La carrera hacia el 26-J -la más abierta de la democracia- arrancó ayer en Huelva entre carteles, promesas, amplias sonrisas y los esperados vaticinios del centro demoscópico dependiente del Gobierno. Según la macroencuesta del CIS, difundida horas antes del arranque de la campaña, Huelva es la única provincia andaluza (junto a Granada) en la que el PP perdería representación el próximo 26-J, al quedarse con un solo diputado de los dos que obtuvo en diciembre.

El PSOE, ganador en la provincia, mantendría sus dos diputados, Unidos Podemos se quedaría con uno y la penitencia del PP beneficiaría a C's, que en esta nueva coyuntura sí obtendría el ansiado escaño que no logró el 20-D. Con ello, según el panorama que dibuja el sondeo, la provincia onubense sería el único feudo sureño en el que la formación naranja mejoraría sus resultados (en el resto mantendría sus diputados salvo en Málaga, donde restaría uno de dos).

La situación de ruptura del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de la capital, con las habituales ausencias en los plenos municipales de algunos de sus ediles, podría pasar factura al PP onubense, aunque todo está por verse y la experiencia, madre de todas las ciencias, aconseja prudencia ante las cábalas.

Lo que sí es un hecho es que, más allá de los titulares positivos y machacados hasta la saciedad por la ministra sanjuanera de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, las estadísticas más recientes pintan otro cuadro a nivel provincial en lo que al empleo se refiere.

Porque, con 53.125 desempleados en mayo (incremento del 1,66% respecto al mes anterior), Huelva es la única provincia española en la que subió el paro el mes pasado. Si bien es cierto que el desempleo disminuyó en la comparativa interanual, lo hizo a un ritmo menor que en el resto. Huelva, además, es la única provincia española en la que se redujo la contratación (hasta una cuarta parte respecto a abril) y la afiliación a la Seguridad Social también cayó más que en ningún otro sitio, un 1,36%.

A la vista de los resultados aportados ayer por el CIS, y con estos datos sobre la mesa, la presencia en Madrid de Báñez (es la segunda vez que un onubense ocupa la cartera ministerial de Trabajo, después de que Félix Manuel Pérez Millares fuera ministro de este departamento en el Ejecutivo de UCD) podría no tener el resultado esperado para el PP onubense, que presume de su conexión directa con el Gobierno central a través de la cabeza de lista al Congreso, y de lo que el trabajo de la onubense ha supuesto para la provincia.

Ayer volvió a hacerlo, durante el acto de arranque de campaña en un lugar tan emblemático de la capital como el Muelle de las canoas, junto a la ría. Al mismo acudió el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, quien arropó a las número uno a las cámaras alta y baja, Loles López y Fátima Báñez.

"Huelva ha estado presente cada viernes en cada Consejo de Ministros, gracias a ella", señaló el presidente de los populares de Huelva, Manuel Andrés González, antes de referirse a Báñez como la "artífice del milagro de empleo en España" y de asegurar que, gracias a la ministra en funciones, obras históricas como la Variante Beas-Trigueros, el AVE, la llegada del agua al Condado o los accesos del Chare de Lepe serán realidad. López, por su parte, valoró que tanto Báñez como Arenas han sido "los dos ministros de la democracia que más empleo han creado".

"Con toda la humildad del mundo", Arenas pidió a los onubenses que vuelvan a dar su confianza al PP, que afronta la que "debe ser la campaña más austera de la historia". El popular señaló que su partido asume sus aciertos y errores y, debe sentirse orgulloso por "haber servido a los españoles". Como ya hizo el vicesecretario de Comunicación de su formación, Pablo Casado, durante un encuentro con jóvenes en la Casa Colón el pasado martes, Arenas apeló al voto útil e insistió en que estos momentos son "trascendentales" porque España está ante "las elecciones más importantes desde 1977", ya que, a su juicio, no se juega cuatro años, sino decenas, "porque hoy esta en cuestión el modelo de éxito que se dieron los españoles en 1978".

Báñez, por su parte, aseguró que el PP es el único partido que hace la campaña en positivo, "al decir sí" y al estar "a favor" de lo importante, "porque en el PP se está primero a favor de los españoles, del empleo, de las familias, de las pensiones, de quienes crean riqueza y empleo y de los servicios públicos de calidad".

Ya inmersos en operaciones aritméticas, el objetivo del partido de la gaviota en Huelva pasa por mantener a sus dos diputados en Madrid. Los de Fátima Báñez obtuvieron en diciembre su peor resultado desde 1993, al dejarse en los recortes y el caso Bárcenas un total de 41.172 papeletas (15,11 puntos de apoyo en cuatro años). No obstante, en las generales de 2011 partieron de una cifra de apoyo alta por el voto de castigo a Zapatero, lo que les permitió ganar por primera y única vez al PSOE (tres diputados frente a dos).

El 20-D los populares dieron por perdido el tercer escaño desde el minuto cero, obtenido de forma circunstancial en 2011, y realmente lucharon por mantener el segundo, amenazado por los emergentes. Al pinchar Ciudadanos y quedar sin escaño, los azules lograron su objetivo.

Ahora la encuesta del CIS augura que C's sí entraría en el reparto del pastel tras aquel aciago 20-D. Los 30.776 votos de diciembre (el 11,88%) no le sirvieron a la formación naranja para obtener representación, al no alcanzar la barrera del 13% en la que se situó el acceso. No hubo tiempo para más y el resultado fue la baja, tres meses más tarde, del que fuera el candidato del partido al Congreso, Rafael Luis Corrales, al advertir "falta de confianza" en las filas de su partido.

Ocupa su lugar ahora Manuel Repiso. En la Placeta, donde su partido celebró la apertura de una campaña "a la que no queríamos llegar", achacó la repetición de los comicios a que "algunos han preferido mirarse el ombligo y buscar sillones, optando por el inmovilismo". Por ello, animó a los onubenses a acudir a las urnas "sin mirar a izquierda o derecha, sino al frente, con la vista puesta en el futuro". Para Ciudadanos, esta será una campaña "austera, pero con mucha ilusión y mucho trabajo", y en la que se abordarán "los problemas de la calle, que son los problemas de los ciudadanos".

Si el PSOE mantendría los dos diputados que logró en diciembre, Unidos Podemos conseguiría uno. De este modo, la coalición electoral no implicaría una mayor representación en Madrid. En diciembre IU se presentó en la candidatura de confluencia Unidad Popular y fue la quinta fuerza más votada. Acaparó el 4,55% y 11.786 votos. Podemos, tercera lista más votada, se llevó el quinto diputado en la circunscripción onubense, con casi 40.000 votos (39.435) y el 15,21% de las papeletas de la provincia. La formación morada se convirtió así en la auténtica protagonista de la cita electoral, al darle la vuelta a las encuestas y quedarse con el escaño que estas daban a Ciudadanos. De esta forma, la remontada que tanto pregonó se hizo realidad, al robar votos a la izquierda y la derecha.

Bajo el lema La sonrisa de un país, la nueva unión electoral se presentó en el Muelle de la Compañía de Riotinto con Isabel Franco, número uno de la lista al Congreso, a la cabeza. En su opinión, Huelva es el vivo reflejo de los principales problemas del país, con "más de un 30% de desempleo" y "conflictos medioambientales sin resolver". Por ello, la candidata ve fundamental que Huelva se vuelque en las elecciones: "Necesitamos un Gobierno valiente que apueste de verdad por poner a la gente en el centro de la política y no esté al servicio de los poderosos".

Daniel Hernando, número 2 de la candidatura de Unidos Podemos por Huelva, añadió que la campaña supondrá "el ocaso definitivo de las nefastas y antisociales políticas del Gobierno de Rajoy que tanto daño han provocado a millones de personas a las que ha empujado a la pobreza y a la marginación".

Con el objetivo de movilizar a su electorado, y de paso hacerse con las papeletas de los descontentos con Iglesias y de quienes no se reconocen en la unión electoral de IU y Podemos, el PSOE inició ayer su campaña en la barriada de Fuentepiña. La formación, que en diciembre ganó en 73 de los 79 municipios de la provincia (la diferencia fue de 21.000 votos respecto al PP), quiere afianzar sus dos escaños y, para ello, pide "un sí para el voto del cambio, la ilusión y el futuro de este país y de la provincia de Huelva".

Los socialistas dejaron patente ayer que su formación es "la única" capaz de dar respuesta a los problemas de los ciudadanos y "la única comprometida en recuperar los derechos perdidos durante estos últimos años por el PP".

En este sentido, el candidato número uno al Congreso de los Diputados por el PSOE de Huelva, José Juan Díaz Trillo, aseguró que la papeleta roja es la que dignificará el empleo, la educación de los hijos, las pensiones de los mayores y la sanidad para todos. "Somos la garantía de la recuperación de todo lo que ha destruido el PP", afirmó. «Del mismo modo, el cabeza de lista al Senado, Manuel Guerra, solicitó a los onubenses que el próximo 26 de junio "le den una oportunidad al cambio, al progreso compartido y a la esperanza de un país mejor para todos". Arroparon a los candidatos el alcalde capitalino, Gabriel Cruz, y el secretario general del PSOE de Huelva, Ignacio Caraballo.

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