En una provincia de tradición abstencionista, el Campo de Gibraltar destacó el domingo de nuevo por la falta de participación de su electorado en unos comicios. Sólo el 58,56% de los posibles votantes depositaron sus papeletas en las urnas, 116.248 personas de las 198.503 convocadas. Cuatro puntos y medio menos que en 2015, un dato que la coloca a la cola del país en abstención: si la novena provincia andaluza contase como tal, sería la tercera con menos participación del país, sólo por delante de Ceuta y Melilla.

Los resultados no son sorprendentes: la participación no ha sido alta en ninguna de las últimas convocatorias electorales. En las elecciones municipales de 2015, sólo la mitad de los electores (un 51%) concurrieron a las urnas, con casos como el de Algeciras y La Línea, donde el porcentaje de participación quedó por debajo del 46%, precisamente en unos comicios en los que el desembarco de nuevos partidos auguraba un mayor interés por parte del electorado. Así, la participación creció en Cádiz hasta el 61,19%, aunque bajó en la media nacional al 64,91%.

La situación mejoró algo en las elecciones del pasado mes de diciembre. En un momento de gran movilización ciudadana, la participación crecía en todo el país, llegando hasta el 65,66% en Cádiz. En cambio, el Campo de Gibraltar no parecía incluirse en esa ola del cambio que animaba las urnas y la participación quedaba en un 62,01%, por debajo de la registrada en 2011, cuando la indignación ciudadana llevó a las urnas al 65% del electorado de la comarca.