-¿Esta campaña es una nueva oportunidad para Marcial Gómez, un candidato desconocido hace seis meses?

-A nosotros no nos parece bien que se tengan que repetir las elecciones y hemos hechos todos los esfuerzos para que esto no sucediera. Desde el minuto uno hemos trabajado por intentar que se formara un gobierno, un gobierno reformista, de progreso. No ha sido posible y, en este punto, sólo puedo decir que cada cual aguante su vela. Creo que los ciudadanos han visto cuál ha sido la actitud de cada partido en este tiempo. Para mí esta campaña me ofrece la comodidad de estar en casa, porque la vida en Madrid es dura, se trabaja mucho. Sí es verdad que al ser la segunda vez todo es más fácil porque en diciembre todo fue nuevo para mí. Desconocía la inercia de la campaña, la relación con los medios y ahora ya estoy más curtido.

-¿Qué ha aprendido en estos seis meses?

-Muchísimo. Me quedo, en primer lugar, con la profesionalidad y el buen hacer de todos los empleados del Congreso, todo el mundo está por agradar y ayudar la labor de los diputados. En segundo lugar, con el buen ambiente y la profesionalidad del grupo parlamentario de Ciudadanos. Son todos personas excelentes y muchos tienen mi perfil: gente que tiene otra profesión y que, en un momento dado, deciden aportar al cambio de la sociedad a través de la política. Todos me han enriquecido.

-¿Y a nivel político? ¿Ha cambiado en algo su estrategia?

-Nuestra estrategia, si se puede llamar así, es que no tenemos estrategia. Nosotros queremos llegar al máximo número de gente y hacerle llegar nuestras propuestas, que creemos que son muy buenas, y así intentar superar la tradicional concepción de la política de derechas o de izquierdas.

-¿Se considera ya político? Hace seis meses hablaba de los políticos en tercera persona.

-Me considero político, es cierto, pero con una trayectoria todavía breve. Tengo ganas de volver y sería un orgullo para mí representar de nuevo a Córdoba en el Congreso de los Diputados. Aunque sigo manteniendo una relación excelente con mis compañeros procuradores de los Juzgados y, si volviera a los despachos, no tendría mayor problema.

-¿Qué ha cambiado con respecto al punto de partida del 20D?

-Para nosotros ha cambiado todo. Hemos podido llegar al Congreso y la gente ha visto nuestra forma de trabajar. Hemos presentado casi 200 iniciativas en estos meses a pesar de que se nos achacaba que no había equipo, que sólo había una cara visible. Creo que en estos meses hemos demostrado que sí hay equipo, que es muy bueno y que hay otros portavoces perfectamente cualificados.

-En esta campaña y, sobre todo en la precampaña, hemos visto la presencia de líderes como Albert Rivera o Juan Marín, algo que no ha sucedido en otras citas electorales. ¿Se ha tomado ya en serio la dirección nacional a Córdoba?

-No creo que no se tomara en serio a Córdoba, simplemente que, por razones de implantación o de falta de estructura y posibilidades, pues no ha surgido. Yo estoy muy agradecido porque Albert Rivera haya dedicado un día de la precampaña a estar en Córdoba y darnos el espaldarazo que necesitábamos y que recibimos con mucho cariño.

-¿El reto sigue siendo obtener un segundo diputado?

-Las encuestas nos dan que mantenemos el escaño que conseguimos el 20 de diciembre. El segundo escaño es el objetivo por el que trabajamos ahora. Es verdad que está un poco lejos, porque tendríamos que sumar muchísimos apoyos, pero la sensación que tengo cuando salimos a la calle, en las carpas, en las mesas informativas, en los mercadillos es muy buena. Creo que los ciudadanos valoran el trabajo que hemos hecho en estos meses, que seamos la fuerza política que más interés ha demostrado en alcanzar un acuerdo y eso ha calado en la gente.

-¿La alianza de Unidos Podemos es ahora su principal amenaza o el haber apoyado al PSOE?

-No creo que haber apoyado al PSOE nos vaya a pasar factura porque ese discurso también se utilizó tras las elecciones andaluzas por haber facilitado la investidura de Susana Díaz y prácticamente doblamos el número votos en las generales con respecto a las andaluzas. Los ciudadanos valoran que se alcancen acuerdos. Lo que nos dijeron el pasado 20 de diciembre los votantes fue: queremos que haya más representación y más sensibilidades en el Congreso y que os pongáis de acuerdo. En ese sentido, Ciudadanos ha hecho mucho por alcanzar un acuerdo. ¿Por qué se llegó a un acuerdo con el PSOE? Porque el señor Rajoy no aceptó someterse a una investidura. Eso a nosotros nos situó en una posición muy difícil. Había un cierto riesgo de que se conformara un gobierno de izquierdas apoyado en el populismo y en las fuerzas independentistas. Ciudadanos ha tratado siempre de evitarlo.

-¿Ese va a ser también el objetivo tras el 26J, que no haya un gobierno de Podemos?

-No queremos que las fuerzas políticas que quieren romper España tengan responsabilidades de gobierno o fuerza suficiente como para chantajear a un gobierno.

-Hablan de acuerdos, pero Albert Rivera ya ha dicho que no negociará con Rajoy.

-Nosotros no vetamos a Rajoy, no es un veto personal, sino a las políticas que representa. Imagine que hubiéramos apoyado un gobierno de Rajoy. A las pocas semanas hubiéramos tenido que dar explicaciones sobre por qué la señora Rita Barberá es aforada cuando se ha detenido y puesto a disposición judicial a diez personas del Ayuntamiento de Valencia. O explicando por qué el ministro Soria aparece en los papeles de Panamá o por qué la Guardia Civil entra en el Ayuntamiento de Granada y detiene al alcalde y a varios miembros de su equipo. El veto no es personal. Rajoy lleva 13 años presidiendo el PP, y no decimos que sea corrupto ni mucho menos, pero no ha tenido la actitud que debiera tener porque a veces se actúa por acción o por omisión. Queremos que haya regeneración, reformas y para eso el señor Rajoy debería dar un paso atrás.

-¿Y ese veto no puede alejar a esos votantes que apoyaban a Ciudadanos como castigo al PP?

-Entre las elecciones andaluzas y las generales sí hubo una época en la que se hablaba de voto prestado, pero creo que Ciudadanos ha demostrado que tiene unos votantes propios, un suelo y un espacio muy concreto y definido que es el centro ideológico. El voto de castigo debe darse a las fuerzas rupturistas. Nuestro objetivo en estas elecciones es recuperar ese voto de castigo a través de las personas que estuvieran dolidas por la situación política pero que creen que rompiendo España no vamos a solucionar nada. Nuestro objetivo es atraer a ese votante a la moderación y a las políticas sensatas de Ciudadanos.

-¿Cree que pueden tener más votantes en Podemos que en el PP?

-Creo que sí, que parte de este voto de castigo a Podemos estaría ahora mucho más proclive a acercarse a nuestra propuesta. Nuestro objetivo es convencer al votante decepcionado de Podemos.

-¿Qué proyectos importantes para Córdoba quiere llevar al Congreso?

-Necesitamos unas infraestructuras que siempre nos han prometido y nunca llegan. Ciudadanos no está por una España de diferencias. No concebimos que haya aeropuertos vacíos y aquí no se desdoble la N432.