Lo que se ha llegado a llamar nueva política, la cercanía y desparpajo con el votante hablando de sus problemas más prioritarios, nació en 2007 con el café barato de Zapatero en Tengo una pregunta para usted. Los políticos seguían a lo suyo pero aquel formato de TVE, con los 80 céntimos más memorables, atisbaba que la respuesta realmente estaba en dar la cara en la pantalla, intentar decir las cosas por su nombre y pasar la mano por el lomo del plasma. De esta manera, apareciendo en todas las tertulias diarias, Unidos Podemos se ha convertido en la segunda fuerza demoscópica del país, pese a que el programa originario de TVE hace ya tiempo que desapareció de la pantalla. Decían que era caro y la cadena pública decidió gastarse después ese dinero en galas con José Luis Moreno y monadas con el trasto de Sáenz de Buruaga.

Carod Rovira (Josep Lluís, aquí, en la China popular, en Venezuela y en Corea del Norte) terminó de pisoterarse su propia empatía en otro Tengo una pregunta para usted, programa de la Tele Flower-ZP que Rajoy, con sus promesas de cartón, aprovechó en un par de ocasiones, haciendo lo que dejó de hacer cuando era presidente.

La Sexta Noche, un programa que nació desde el cabreo nocturno del 15-M, ha aprovechado durante años aquel estilo de Lorenzo Milá para enfrentar al político con las preguntas de la gente y de los periodistas de trincheras. El propio presidente en funciones acudió en la pasada campaña a las miradas anónimas en el plató y salió airoso con un Iñaki López afable y sin pinturas en la cara. Este pasado sábado el director de campaña del PP, Jorge Moragas, plantaba a La Sexta Noche y dejaba a las sofalícolas familias Simpson de este programa con la pregunta en la boca. Los sofás se quedaron vacíos, a López se le notaba cierto mosqueo y colocó a cuatro contertulios afectos en paredón para que hicieran notar el feo que había hecho Rajoy. Ya Gabilondo se cabreaba como un mico cuando Aznar ganaba las elecciones cuando plantaba a la SER. Otro López vasco, Patxi, vino a ocupar la larga noche pos-Eurocopa en La Sexta.

Rajoy se hallaba el sábado en Canarias, motivo por el que declinaba estar en directo en Madrid. En el propio plató el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, quitó hierro a la ausencia, prometiendo que estará otro día por ahí. El candidato popular, no iba a ganar indecisos y podía quedar expuesto en cualquier respuesta de las suyas. Y no tanto en esa noche sino a lo largo de esta semana. Moragas, amarrategui, ha compensado a Atresmedia y el candidato popular estará el miércoles en El Hormiguero, un formato que tampoco se veía adecuado para el presidente de los abuelos viejóvenes. La entrega del miércoles será bien blanda (Pablo Motos es suave con todos sus invitados) e inofensiva.

Esta noche acude al masaje de peluche morado el líder socialista, Pedro Sánchez. Motos volverá a decir que es un indeciso y servirá en bandeja varias preguntas mientras que desde el humor se pondrá en aprietos al invitado con una prueba final de publirreportaje. La química y los inventos japoneses, para otro día.