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Elecciones

Las urnas remueven Capitulares

  • El PP gana en nueve de los diez distritos electorales y el PSOE sólo se impone en la zona del Sector Sur Se esperan cambios en el equipo de gobierno tras analizar los resultados

VENCEDORES en nueve de los diez distritos electorales en los que está dividida la capital. Primera opción en 240 de las 351 mesas que se repartieron el domingo en los distintos locales electorales, más otras cinco en las que empató con otras formaciones. Estos son los números del PP en la capital donde, literalmente, arrasó el 26 de junio por lo que ayer sus líderes no podían evitar la cara de satisfacción después de dos citas que fueron un auténtico mal trago para los populares, sobre todo las pasadas municipales. Porque la situación ha cambiado -y más que va a cambiar- en Capitulares y en el gobierno municipal que lidera la socialista Isabel Ambrosio con el apoyo de IU. El PP le ha sacado 18 puntos de ventaja al PSOE en la capital, con casi del doble de los votos repartidos en las urnas. El análisis de los resultados de las mesas electorales, a los que ha tenido acceso el Día, demuestran que el PP se ha impuesto sin muchos esfuerzos en sus feudos como El Brillante, Santa Rosa, Ciudad Jardín, el Centro o el Casco Histórico, pero la realidad es que ha sido la opción preferida para la mayoría de los cordobeses de Noreña o, incluso, Cañero o Fuensanta. Los populares sólo han cedido el distrito nueve, formado sobre todo por locales electorales del Sector Sur, en los que se ha impuesto por mayoría el PSOE. Unidos Podemos, por su parte, ha sido primera opción en sólo 37 mesas, la mayoría en las zonas donde otras elecciones se impuso IU, como Alcolea.

Es obvio que el PP se ha beneficiado de la tendencia nacional que ha situado a los populares como garantía frente a los nuevos partidos y el miedo que apareció tras el Brexit, pero el último año en clave local también ha sido fundamental. En primer lugar porque el cogobierno de PSOE e IU ha cumplido su primer aniversario con un balance más que discreto en el que ha habido poco que vender y muchas polémicas que acallar. El liderazgo de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, ha estado en entredicho y sus apariciones han sido contadas en este tiempo. El PP ha aprovechado esta circunstancia y ha aprendido de los errores, por lo que ha vuelto a los barrios, algo que dejó de hacer durante sus años de gestión. Los populares, además, han estado día sí y día no denunciando o criticando la gestión del cogobierno y han incrementado su presencia en las redes sociales, mientras que el equipo de gobierno caía en el error, precisamente, de sus antecesores, con una agenda más que discreta y encerrados en los despachos.

Los resultados de las mesas demuestran que los que se quedaron en casa hace justo un año cansados de escándalos de corrupción y recortes ahora se han movilizado con una alta participación en los colegios donde en otras ocasiones la abstención fue alta. El mensaje de los populares ha sido, insistentemente, poner el "caos" del cogobierno como ejemplo de lo que podía pasar a nivel nacional. El propio presidente del PP y candidato al Congreso de los Diputados, José Antonio Nieto, auguraba en la entrevista concedida a este periódico durante la campaña que la gestión del cogobierno les iba a permitir un triunfo holgado en la capital que, a su vez, iba a ser clave para imponerse en el conjunto de la provincia, como finalmente ha sido. No debería ser el momento de echar las campanas al vuelo ni pensar que está todo hecho algo, por otra parte, muy del PP, aunque parece que ya hay quien apunta a esa dirección.

El resultado electoral del domingo no sólo ha tenido consecuencias en el PP. La situación del cogobierno cambia, y mucho, después del 26J. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, ha conseguido situarse por delante -aunque con un escasísimo margen- de Unidos Podemos, lo que la legitima como regidora frente a la amenaza de coalición. Esto cambia -y mucho- el panorama para facilitar la entrada al gobierno municipal de Ganemos. Uno de los principales miedos de Ambrosio era la posibilidad de que la agrupación, junto con IU, reclamara más liderazgo bajo el argumento de que ocho concejales son más que los siete del PSOE, aunque ahora ha quedado demostrado que la coalición no ha funcionado. El fracaso de Unidos Podemos, además, puede poner fin al clima de crispación que ha habido entre los socios de gobierno durante la campaña. Para los socialistas la coalición de izquierdas era su principal enemigo y el tono se ha elevado de manera considerable durante los últimos 15 días. Con el PSOE ya a salvo -pues el sorpasso no se ha producido- las relaciones deben reconducirse y parece que ya se está en el camino.

Ganemos Córdoba, por el momento, sigue con su intención de entrar en el gobierno municipal y el proceso de evaluación de este primer año se llevará a cabo la semana que viene, una vez que haya dado tiempo también a analizar los resultados electorales. Lo que sí está claro es que todo se mirará con lupa. Que nadie piense que la negociación se retomará en el mismo punto que se dejó en junio de hace un año. Ni que en el cogobierno están esperando con las manos abiertas a la agrupación de electores, pese al déficit de equipo que hay. A muchos de los concejales les ha costado hacerse con su área y formar un equipo, por lo que no están dispuestos a deshacerse ahora de sus funciones. De lo que se habla es de que la agrupación pueda quedarse con Cultura o, incluso, la Oficina de la Vivienda, que es uno de los grandes logros del cogobierno y, en concreto, de IU.

Lo que está claro es que arranca una nueva etapa en Capitulares y los cambios, más pronto que tarde, llegarán a un cogobierno que tiene un gran reto por delante visto el panorama que ha quedado tras las elecciones. Y habrá que estar atentos también a Ciudadanos.

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