La Hermandad de Sevilla Sur, junto a la Hermandad de Sevilla, será la última en iniciar su peregrinación a la aldea del Rocío. José Antonio Bordas es su hermano mayor.

- ¿Qué novedades tenéis este año?

- De estrenos no llevamos nada, lo que sí cambia es el recorrido, tanto a la ida como a la vuelta. Este año cambiamos nuestro recorrido de ida para pasar por el interior del barrio hacia el distrito y el colegio Compañía de María. A la vuelta pasaremos por Felipe II y Ramón Carande.

- ¿Cuáles son los momentos cumbres de vuestra romería?

- Hay muchos momentos. A la salida cuando vamos al colegio, también cuando pasamos por el distrito y por las calles del barrio. Un momento muy especial es cuando pasamos por el cuartel de Eritaña. La visita al hospital de Fátima también es otro de los momentos importantes a nuestra salida. Estando ya en camino, el paso por el Vado del Quema, la presentación de las hermandades… son muchos. A la vuelta, también es reseñable la visita a las Hermandades de La Paz y Santa Genoveva.

- ¿Cómo se viven los momentos previos a encontrarse con la Virgen del Rocío?

- Es para lo que vamos. Se espera con mucha intensidad y no se duerme durante toda la noche. La gente está deseando que llegue ese momento.

- El hermano mayor de la Hermandad Matriz comentó que el camino de Sevilla está saturado, ¿comparte sus palabras?

- Las comparto siempre y cuando no se cambie el recorrido actual. Por lo que he podido leer y tras la reunión que mantuvimos las hermandades, el presidente se refiere al transcurrir por el Parque Natural. Nosotros estamos dispuesto a buscar nuevas rutas.

- ¿Cuántas personas acompañan al simpecado durante la romería?

- Entre 350 y 400 personas. Nuestra hermandad es muy familiar. Durante la crisis, y sin la crisis económica, hemos ido manteniendo el mismo número de romeros porque somos una corporación muy fiel. Antes de la crisis sí hubo un repunte de romeros pero ahora se ha mantenido el mismo número.

- ¿Cómo fue el camino del año pasado?

- La romería del año pasado fue muy especial, llena de incidencias y con mucha, mucha agua. Tuvimos que cambiar algunas partes del recorrido y hacer algunos sacrificios pero, gracias a Dios, no ocurrió nada importante.