-De origen indio, Munay significa amor del creador por su creación. ¿Es su trabajo más creativo?

-Estoy en un momento de mi vida en el que tengo mucha necesidad de naturaleza, de sentir amor incondicional por todo lo que nos rodea y de reivindicar aquello que cada uno crea. Por eso, es un disco muy personal, muy mío y muy de todos. En cuanto a lo creativo, este trabajo tiene menos artificios y más naturalidad. Con él me he desnudado sin ningún tipo de pudor.

-¿El título escogido para este trabajo es entonces un guiño al momento de su carrera en el que se encuentra?

-En realidad lo que he querido transmitir a través de este disco es una filosofía de vida y que sirva, además, como agradecimiento a esta oportunidad que me da la vida para dedicarme a lo que más me gusta.

-Disco, gira, libro y nuevo trabajo. Parece que usted no para nunca.

-Ha sido un nivel de trabajo muy intenso, la verdad. Se me ha mezclado todo y ha sido una locura, pero he recargado pilas en los ratitos que he sacado para descansar. Ahora toca volver a los escenarios con todas las de la ley.

-Del poemario Mujer océano al disco Munay.¿Escribir para ser leída o escribir para ser escuchada?

-En ambos registros soy la misma persona, que cada uno elija lo que más le guste. Escribir el libro fue toda una experiencia y me alegro mucho de haberlo hecho.

-Cabía esperar que le pusiera música a muchos de esos poemas, pero sólo lo ha conseguido Te has perdido quien soy.

-No todas la letras tienen que nacer en el momento en el que se componen, algunas necesitan más tiempo de reposo. En el caso de esta canción, me daba pena que se quedase en poema. Ella me pedía nacer y tener vida de otra manera.

-Crónica de un baile fue un punto de inflexión en su carrera. ¿Qué Vanesa encontramos ahora?

-Sigo dentro de esa evolución a la que te lleva la experiencia. Ahora te puedes encontrar a una Vanesa en búsqueda, muy rebelde algunas veces y más serena a ratos.

-Con el paso del tiempo sus letras se han vuelto más abstractas y reflexivas. ¿Qué prefiere a la hora de escribir: la impulsividad de los 20 o la madurez de los 30?

-Me gusta mezclar ambas. En este disco, por ejemplo, hay mucha reflexión ligada a mensajes más directos y sin dobleces. Suelo unir el hábito aprendido y la impulsividad pura y dura. Eso es lo que hace que haya armonía.

-Las canciones en los álbumes siempre suelen formar un todo, pero en el caso de éste parece que son 13 discos en uno.

-Cada canción tiene una entidad propia. La vida tiene cosas comunes a las que cantarles, pero, como lo puedes hacer de mil formas, cabe la posibilidad de que eso te lleve a temas con una personalidad independiente al resto.

-Cuando ni siquiera estaba el disco en el mercado sus seguidores ya mostraron su aceptación en las redes sociales.

-Nunca sabes lo que va a pasar cuando haces un trabajo. Yo soy muy exigente y siempre intento superarme, pero luego te das cuenta de que esto último es muy relativo. Lo único que defiendo es la honestidad a la hora de hacer las cosas y, a ser posible, disfrutarlo mientras se hace. Ahora la vida de Munay depende de lo larga que los demás quieran que sea.

-Muchos artistas ven en internet a un enemigo, pero sólo teclear sus nombres genera más resultados que los ERE o el Brexit.

-Para todos los que nos dedicamos a la música internet es una vía muy buena para comunicarnos con nuestros seguidores. Pero hay que tener cuidado para que esa herramienta no caiga en manos de personas que viven al margen de la legalidad, porque son capaces de acabar con una carrera. Y no sólo me refiero a los artistas; ahí incluyo al señor que reparte los discos a las tiendas, al que pone los focos en el teatro o al que hace los carteles de promoción. A eso súmale que en las redes siempre hay personas que dicen barbaridades y se esconden en el anonimato. Internet es un arma de doble filo.

-Conocida por su actividad profesional, a veces la ponen en el punto de mira por su vida personal. ¿Qué le cantaría a esos que juzgan sin saber?

-Siempre defenderé que mi vida es mía. Si de pequeña ya era reservada, imagínate ahora. Menos mal que mi entorno me mantiene ligada a mis raíces y me permite seguir siendo La Niña cuando me bajo del escenario. Ese momento es tan mío que lo peleo con uñas y dientes.

-Durante la campaña electoral en EEUU muchos artistas mostraron abiertamente su apoyo a ambos candidatos. En España eso es impensable.

-Aquí se miden las opiniones con un rasero muy estricto y todo se saca de contexto. La música tiene un don para reivindicar y luchar contra las injusticias y a favor de los derechos. Igual que allí se manifiestan los artistas y no pasa nada, aquí deberíamos poder expresarnos con libertad.