juan josé téllez, Escritor y presidente del jurado del Concurso de Carnaval de Cádiz

"Hacer Carnaval es una actitud ante la vida"

"Hacer Carnaval es una actitud ante la vida"

"Hacer Carnaval es una actitud ante la vida" / joaquín hernández kiki

-Cuenta la leyenda que Juanjo Téllez ha sido visto el mismo día y a la misma hora en dos lugares diferentes...

-Eso es una leyenda divertida y que responde a una realidad pues mi formidable despiste me ha llevado, de tarde en tarde, a quedar en dos actos al mismo tiempo en lugares distintos y lo he intentado resolver como mejor he podido. Una vez recuerdo que logré presentar dos libros en la misma tarde en dos ciudades distintas: uno en Chiclana y otro en El Puerto. Otras veces (dice con guasa) he llegado a mandar un cedé con imágenes porque no me ha dado tiempo hacer el doblete.

-¿Y no se ha planteado el plasma?

-Yo soy más del directo que del diferido... Sobre todo en los pagos.

-Escritor, periodista y presidente del jurado del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas. ¿Qué hace un chico como tú en un lugar como éste?

-Pues aprender. Aprender muchísimo de los compañeros del jurado, de las agrupaciones, de los artesanos, de los trabajadores del teatro, de los medios de comunicación, de los espectadores... Se aprende, sobre todo, algo fundamental: que más allá de los intereses creados, de la industria y de las convenencias políticas y sociales, la gente tiene unas ganas de vivir tremendas y a poco que nos faciliten una coartada para hacerlo nos tiramos al monte de la alegría, y eso a los que no creemos en dioses nos anima a seguir confiando de tarde en tarde en el ser humano.

-¿Era lo que esperaba?

-Yo arrastraba la memoria de cuando cubría el Concurso para Diario de Cádiz, pero, claro, la perspectiva ahora es distinta. A mí que me gusta mucho el Carnaval de calle, sin menospreciar al del teatro; en esta larga tanda de preliminares se me han diluido un poco las fronteras entre la calle y el escenario porque la misma frescura que veo en muchas agrupaciones callejeras la veo también en agrupaciones del Concurso pero, sobre todo, lo que he visto es la misma entrega a la fiesta. Así que te cambio la pregunta de ¿qué hace un chico como tú en un lugar como éste? por ¿qué hace toda esta gente intentando hacer música, teatro, poesía, hacer fiesta, que es todo lo que es el Carnaval? Y la única respuesta posible es que hacer Carnaval es una actitud ante la vida.

-¿Corre el riesgo de perder amigos después del día 24 (día del fallo del jurado)?

-Pues no lo sé. De todas formas, yo soy muy de puertas giratorias en las emociones. Creo que la vida transcurre y te va trayendo amigos, te va alejando de otros, pero los amigos de veras permanecen. Yo sigo siendo amigo del escritor y gastrónomo Manuel Jesús Ruiz Torres, al que conocí en la cola de la vacuna con 6 años por la sencilla razón de que los dos nos quedábamos rezagados para que no nos pincharan; vamos, que el valor o, mejor dicho, la falta del mismo nos une y la profunda aversión a las jeringuillas que nos alejó de la heroína en tiempos en los que no era fácil alejarse.

-Este año se cumplen 40 años de ese febrero de 1977 y para los gaditanos es una fecha señera...

-Sí, la recuperación del Carnaval y la muerte de las Fiestas Típicas Gaditanas donde se juntaron las hambres con las ganas de comer, el franquismo con la tecnocracia. Las Fiestas Típicas , a pesar de que el Carnaval había resistido la censura y todo lo que la Dictadura le impuso, fue un intento de industrializar el Carnaval y convertirlo en una atracción turística que Cádiz rechazó siempre porque era una pérdida de su seña de identidad. El Carnaval era otra cosa, era Carnaval, y venía de una larga tradición, por otra parte cristiana, con lo cual era sorprendente que el nacionalcatolicismo no lo entendiera así. Así que recuperar el Carnaval para Cádiz era como conquistar la Autonomía para Andalucía, y empezamos a hacerlo el mismo año. El mismo año que Cádiz recuperaba el Carnaval, antes de las elecciones generales del 15 de junio de 1977, también recuperamos el 4 de diciembre de 1977 la bandera bereber, verde y blanca, y la aspiración a una autonomía justa y equilibrada.

-¿Cómo vivió aquel año?

-Fue intensísimo y, a título personal, fue brutal porque murió mi padre, yo tenía 18 años, y murió además un 14 de abril, con todo lo que significaba en el 77 esa fecha porque también era la primera ocasión en que reivindicamos la República de una forma tolerada. Fue una sucesión de acontecimientos políticos y personales junto a lo que suponía, desde años antes, que tu adolescencia coincidiera con la adolescencia de la libertad en este país y que España y mi generación fuéramos descubriendo al mismo tiempo las mismas cosas que nos habían estado vetadas: la música, el teatro, el cine, la literatura y, sobre todo, la vida y la libertad propiamente dicha. Fue muy emocionante.

-El año pasado fue nombrado Dios Momo, el personaje que quema todo lo feo de la fiesta. Como Momo en funciones, ¿qué quemaría de la realidad de este último año?

-Pues habría que quemar la estúpida costumbre de la gente que cree en el progreso y, de una forma y otra, en los avances sociales, y políticos de no aprender aritmética porque siempre es más conveniente sumar y multiplicar que restar y dividir. Me acuerdo mucho de José Bergamín, que en su última etapa seguía siendo cristiano, pero ya era comunista, cuando decía "yo con los marxistas hasta la tumba, pero ni un paso más". Y creo que esa visión de que hay un largo viaje por delante y que parte lo podemos hacer juntos y en otra parte cada uno se va apeando donde quiera pues se olvida. Y eso provoca, más allá de lo que ocurra en España, que 50 millones de estadounidenses hayan llevado a Donald Trump a la presidencia de EEUU mientras 53 millones de electores no han sido capaces de sumar voluntades para que no llegara hasta allí.

-¿Se han cumplido cinco años desde que llegó como coordinador al CAL?

-Sería, pero en noviembre no me renovaron el contrato. Ahora se ha convocado un concurso para cubrir la vacante y yo he presentado un proyecto, pero hay más candidatos. Yo en estos años lo que he intentado es defender la institución e incrementar las actividades a pesar de la brutal reducción del presupuesto y eso se ha logrado con la complicidad del sector y de los trabajadores de la empresa pública, que son unos profesionales formidables, y no es hojana carnavalesca.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios