El vicesecretario general de Política Autonomía y Local del PP y presidente del partido en Andalucía, Javier Arenas, consideró ayer que los políticos españoles y representantes públicos no deberían aceptar "regalos de valor", y se mostró partidario de que exista una norma que regule esta cuestión.

En una entrevista con Europa Press, el dirigente popular habló también sobre la situación del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps -investigado por el Tribunal de Valencia por recibir trajes como regalos de implicados en la trama Gürtel-, y destacó que Camps ha sido siempre un ejemplo "de decencia en el desempeño de sus funciones", y que la mayoría de los españoles y valencianos están convencidos de su honestidad. "Confío en que pronto jurídicamente ese asunto tenga un desenlace feliz", dijo el dirigente popular, para quien la situación de Camps y del dimitido tesorero del PP, Luis Bárcenas, "son completamente distintas".

Al hilo del debate sobre los regalos que reciben los políticos, Arenas admitió que todas las Navidades recibe "algunos obsequios" que comparte con su equipo, como naranjas que le envía la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; aceite de compañeros de Jaén, o frutas y hortalizas del presidente del PP almeriense, Gabriel Amat.

Estos "detalles" en Navidad, según Arenas, son un "hábito social" y en este asunto no está, en su opinión, el problema, sino en el hecho de que haya representantes públicos que puedan "aceptar regalos de valor", cuando no deberían hacerlo.

Tras señalar que nunca ha aceptado ningún regalo de valor, estimó que "no sería negativo que existieran unas normas concretas para todos los representantes públicos", que delimitaran lo que se puede aceptar y lo que no. De otro lado, sobre la renuncia transitoria de Luis Bárcenas como tesorero del PP, estimó que la decisión ha sido acertada y que le "honra", al tiempo que elogió la gestión de la crisis de Rajoy, que ha llevado el proceso "con mucha sensatez e inteligencia".