El presidente del Congreso, José Bono, ha garantizado que en España no se escucha ilícitamente a nadie porque todas las escuchas son ordenadas por los jueces "para escuchar a los malos" y ha dicho que no tiene ni la más remota idea de que "a personas que no son delincuentes se les escuche".

Bono se ha referido así, en declaraciones a los periodistas, a la denuncia sobre supuestas escuchas ilegales a dirigentes del PP que realizó la secretaria general de este partido, María Dolores de Cospedal.

Como ministro de Defensa que fue y, por lo tanto, responsable del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Bono ha sostenido que España es un Estado democrático que "no tiene que tomar lecciones de ningún otro en lo que a costumbres y a prácticas democráticas se refiere". "En España no se escucha ilícitamente a nadie, porque todas las escuchas son las que ordenan los jueces habitualmente para escuchar a los malos, a los asesinos, a los terroristas y a sus cómplices", ha añadido.

Según el presidente de la Cámara Baja, las declaraciones de María Dolores de Cospedal son una acusación "grave" ante la cual, y pese a su esfuerzo diario por ser "neutral", no ha querido mantenerse al margen. "No tengo ni la más remota idea ni indicio de que a personas que no son delincuentes y que los jueces no ordenan que se les escuche, se les escucha", ha subrayado.

Con todo, Bono ha considerado que exagerar las diferencias y mostrar las aristas entre los diferentes partidos es algo que suele "favorecer a los periodistas" porque ofrecen titulares, pero que lo mejor, en cualquier caso, es el acuerdo, aunque no sea noticia. A su juicio, "existe más sonoridad mediática en los conflictos que diferencias de fondo y de contenido" entre las diferentes fuerzas políticas, y "sería bueno" que estos partidos procurasen entenderse más y pelearse menos.

Bono ha defendido la nobleza de la actividad política, en la que lleva desde que "le salieron los dientes" y ha dicho que es un trabajo en el que hay personas "tan sublimes o tan miserables como en cualquier otro lugar". Como presidente del Congreso, ha tendido la mano para que los ciudadanos mejoren la imagen que tienen de los diputados y los grupos parlamentarios. "A veces nos esmeramos en dar mala imagen nosotros de nosotros mismos", ha señalado, esperando que no se generalicen las críticas por lo que un político individualmente haya hecho.