El vicepresidente del Gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, considera "un poco frustrante" la "sobredimensión" que se ha dado en los medios de comunicación a su idea de manifestarse antes de conocer la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. En declaraciones a Efe, Carod apuntó con ironía: "He de confesar que estoy maravillado de la capacidad de fabulación y de imaginación que se produce en nuestros días".

Carod-Rovira, que planteó esta manifestación previa el lunes, mientras ejercía como presidente en funciones, ha subrayado que él no defendió celebrar esa manifestación exclusivamente el 11 de septiembre, sino que, a preguntas de un periodista, convino en que esa fecha podía ser más "adecuada" para un acto de ese tipo que otras.

"Yo no me dedico a organizar manifestaciones ni a proponerlas", dejó claro el vicepresidente, cuya idea de manifestarse antes de conocer la sentencia fue desautorizada el viernes por el presidente catalán, José Montilla.

Carod opina que sus comentarios se han situado en el centro de la polémica debido a la "cierta escasez de noticias" que hay en agosto, y lamentó que se sobredimensionen "noticias muy forzadas que en condiciones normales o no serían noticia o lo serían con una intensidad muy menor".

"A veces trabajar sobre rumorología es banalizar un poco la información", señala Carod, que lamentó que algunos medios especulen desde hace dos años sobre el contenido del fallo del Alto Tribunal y sobre cuándo se dará a conocer.

El vicepresidente catalán precisa que él no abrió el debate, sino que se encontró con el "festival de la manifestación" a su vuelta de vacaciones, y dio por supuesto que el Consejo de Gobierno abordará esta cuestión el martes, en su primera reunión tras las vacaciones de verano.

Frente a las críticas lanzadas desde el Gobierno de pretender presionar al Alto Tribunal, Carod ha optado por la ironía: "Decir que una manifestación es una presión es como descubrir el Mediterráneo. Cuando la gente se manifiesta no sale a estirar las piernas".