La crisis en el PP vasco se cobró ayer su primera víctima. El portavoz en las Juntas de Vizcaya, Carlos Olazabal, anunció su dimisión apenas unas horas después de que fuera el único de los 61 miembros de la junta directiva popular que se opusiera a la propuesta de María San Gil de adelantar el congreso regional al mes de julio. En frente quedaron los 28 votos a favor de San Gil -algunos dirigentes aseguraban ayer que, frente a la versión oficial, en realidad sólo fueron 24 apoyos-, mientras que otros 32 cargos discrepantes optaron por la abstención como gesto de castigo para la presidenta.

La renuncia de Olazabal llegó por carta al presidente del PP en Vizcaya, Antonio Basagoiti. El líder del PP vizcaíno se resistió a aceptar la dimisión del que ha sido, hasta la fecha, la figura más representativa del PP en el Parlamento foral vizcaíno.

Por su parte, el diputado vasco Alfonso Alonso manifestó que "estoy seguro de que al final habrá una reconsideración". Alonso confió en que sea "suficiente" una entrevista con Basagoiti "para que Carlos siga con nosotros".

Asimismo, comentó que es "evidente también que en el País Vasco la gente está sufriendo mucho con esta situación", al prolongarse "ya demasiado en el tiempo".

"Creo que todos debemos hacer un esfuerzo por reconducir las cosas porque allí los cargos públicos han trabajado siempre sometidos a mucha presión y lo han sabido llevar, pero la clave para que nuestro proyecto sea un proyecto con éxito es que mantengamos la cohesión la unidad del partido", agregó. Según Alonso, "ha habido tanto ruido y demasiadas tormentas últimamente, y eso a algunas personas les afecta más".