A menos de dos meses de la celebración de la undécima Asamblea de IU, el portavoz en el Congreso Alberto Garzón, se afianza para liderar una formación que está afrontando con tensión la renovación de su cúpula por el choque entre las corrientes de Gaspar Llamazares y la que respalda Cayo Lara.

Las diferencias se pondrán hoy de relieve en la reunión del Consejo Político de IU, donde se librará una primera "guerra" sobre cómo elegir a la nueva dirección, si aplazar o no la fecha del cónclave en caso de que se repitan las elecciones y cómo decidir el modelo de confluencia.

Cuestiones en las que hay diferencias sustanciales entre los partidarios de Alberto Garzón, que cuenta con todo el apoyo del aparato del PCE, y otras candidaturas, como la impulsada por la eurodiputada Paloma López y el secretario de Economía, José Antonio García Rubio, y que respalda el coordinador federal ya de retirada, Cayo Lara.

García Rubio explica a Efe que no quieren una asamblea "de postureo" y defienden el sufragio universal de la afiliación y una mayor participación de las bases. Firmes partidarios de la confluencia, reclaman un programa político "claro" y el respeto "recíproco" de la identidad de todas las organizaciones. Además, pone en valor las últimas encuestas favorables para IU, que indican que está recuperando su electorado.

También hay choques con el partido de Llamazares -Izquierda Abierta-, que son los más críticos con Garzón al que echan en cara que quiera convertir la asamblea en su "entronización". Igualmente se quejan de que el portavoz parlamentario esté empecinado en adelantar la fecha del cónclave -previsto para los días 3,4 y 5 de junio- si se repiten las elecciones al entender que se trata de una maniobra de los suyos para tener las "manos libres" a la hora de tejer las alianzas electorales.