El secretario general del PSE-EE, Patxi López, denunció ayer que en las últimas semanas se asiste "con perplejidad" a actos de dirigentes de Batasuna que "retrotraen al pasado", por lo pidió una vez más a la izquierda abertzale que "rompa de una vez por todas con el mundo de ETA".

López intervino en el acto que conmemoraba el 26º aniversario del atentado contra la casa del pueblo de Portugalete, en el que ETA asesinó a dos militantes socialistas. El ex lehendakari recordó que son muchas veces las ocasiones en las que los socialistas se tienen que reunir en diversos lugares de Euskadi para homenajear a las víctimas del terrorismo, "las víctimas del dolor impuesto por los enemigos de la libertad".

Se trata de un recuerdo "muy necesario año tras año, para ser testimonio, para que nadie pueda tergiversar nuestra historia y diluir así su responsabilidad en el olvido". "No buscamos revanchas -dijo López-, queremos memoria, dignidad y justicia, para abrir el camino de la concordia y de la convivencia, el único posible". "Pero -añadió- no permitiremos que esa nueva convivencia se construya al precio del olvido, al precio de renunciar a los valores éticos, al precio de reescribir nuestro pasado para que algunos tranquilicen sus conciencias". López se dirigió al "mundo de Batasuna, que acostumbra con demasiada frecuencia a acusarnos a los demás de inmovilistas, de ser ellos los únicos que avanzan, aunque en las últimas semanas hemos asistido con perplejidad a actos que nos retrotraen al pasado".

En este sentido, aludió a "reflexiones en los tribunales de París para apoyar a los máximos dirigentes de la banda, funerales de etarras (el de Thierry) que acaban convirtiéndose en auténticos akelarres terroristas o palabras en sede parlamentaria justificando los más terribles asesinatos de ETA [en referencia a las de Mintegi sobre el asesinato de Fernando Buesa]".

En la misma línea que López se pronunció el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien lamentó que la izquierda abertzale haya demostrado que "el matonismo" continúa siendo una de sus formas de hacer política. Ante el rebrote del vandalismo, Ortuzar preguntó a los abertzales "dónde están los nuevos tiempos" prometidos.