IU abre sus puertas de par en par al votante socialista decepcionado y le recuerda que es la "única izquierda", según enfatiza el número uno de su lista europea, Willy Meyer, que "no se ha rendido" ante Bruselas y que ha peleado en la calle contra los recortes y las políticas de "austericidio". Meyer, que se presenta por tercera vez a unas europeas, recuerda que IU "ha plantado cara" en las huelgas generales, en las mareas sociales y en el 15M, mientras que el PSOE forma parte de la estrategia de gobierno en Europa y, de hecho, según sostiene, derecha y socialdemócratas van de la mano en la Comisión Europea, en Alemania, en Italia y otra decena de países.

Porque son lo mismo, porque votan exactamente igual en la Eurocámara el 73% de las veces, Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano "no tienen ningún interés en hablar de Europa", tal como quedó patente, asegura, en el "cara a cara" del pasado jueves.

Willy Meyer tiene buenas vibraciones en esta campaña, ya en el ecuador, y asegura que las expectativas de IU son "muy buenas". La última encuesta del CIS les da cinco eurodiputados, tres más de los que obtuvieron hace cinco años, si bien rebaja el margen de otras encuestas, que les adjudican hasta ocho. Entre el voto que sin duda pueden captar está el socialista, insiste Meyer, quien cuenta que, por primera vez -y esta es su tercera campaña-, se le acercan personas que dicen ser militantes o votantes del PSOE y le aseguran que, esta vez, votarán IU porque "la desilusión es grande".

Pero también, gran parte de ese desencanto y de otros muchos votantes puede acabar en la abstención y es posible, señala, que la mitad del electorado, como ocurrió en las anteriores europeas, se quede en casa. "Es comprensible" porque hay una desafección hacia Europa enorme debido, explica Meyer, a que a los votantes europeos "jamás" se les ha pedido opinión sobre las cosas importantes, por ejemplo, qué tipo de integración regional quieren o si están de acuerdo con el Tratado de Estabilidad.

Lo único que han visto es que Europa es "una cuestión de élites", que solo "reparten el bacalao", mientras los ciudadanos no saben "con qué regla natural" se les hace trabajar más años, se les rebaja el salario y las pensiones y se pone en peligro la producción nacional mientras las empresas del Ibex 35 "multiplican por cuatro sus beneficios". Por eso es vital, incide el candidato, acudir a las urnas el 25 de mayo, porque esa es la mejor manera de derrotar a la Comisión Europea "y no dándoles un cheque en blanco".

Del mismo modo que cree que IU puede seducir a parte del electorado socialista, Meyer tiene claro que "no le pasará ninguna factura" el hecho de que sus diputados en Extremadura se abstuvieran en la moción de censura planteada por el PSOE, lo que permite la continuidad del Gobierno de José Antonio Monago. Lo que Guillermo Fernández Vara propuso esta semana, argumenta Meyer, fue una "moción de ficción", un brindis electoralista por parte del PSOE, como lo fue también el que Monago adelantara el debate sobre el estado de la región. "Nuestro votante es muy riguroso, aquello fue una acto electoral y no tendrá ninguna consecuencia", asegura. Tampoco da importancia a que el nuevo partido Podemos, de Pablo Iglesias, a quien el CIS atribuye un europarlamentario, pueda restarle apoyo a Izquierda Unida y, por tanto, no quiere hablar de su candidatura.

La preocupación de IU, afirma, "es el ciudadano que sufre, que está decepcionado y no vamos a distraernos con otras listas", zanja Meyer. Es ese ciudadano, explica, que se enfrenta a "la mayor catástrofe social" que ha vivido la Unión Europea y de la que el cabeza de lista de IU culpa al acuerdo del bipartidismo, que ha construido un modelo europeo "sin pensar en la gente".

No es el momento de "tiritas", subraya, sino de empezar desde abajo una nueva Europa, de emprender un proyecto constituyente que "devuelva la palabra a los ciudadanos" y que "cambie" todos sus instrumentos económicos. Transformar, por ejemplo, el Banco Central Europeo en un banco público y que el euro venga respaldado por un tesoro público son algunas de las medidas que ve necesarias, además de enterrar el principio de desregulación vigente y pasar a regular, entre otros, los sectores estratégicos, como el de la energía.

Combatir la "austeridad letal" con inversiones públicas "potentes" y hacer frente de verdad a la lacra del desempleo es otra de sus prioridades y para esto último Meyer propone destinar el 3 por ciento del PIB europeo. Se crearían así, asegura, once millones de puestos de trabajo en el continente. Otro de los grandes temas de su repertorio europeo es la Política Agraria Común y su propuesta es que las ayudas se adapten a la producción y no a la extensión para acabar así con "parásitos" como la duquesa de Alba y la reina de Inglaterra, concluye.