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España

Rajoy se ahorrará el trago de una tentativa de investidura fallida

  • El presidente en funciones considera "absurdo" tratar de persuadir a Sánchez de que apoye la gran coalición y volverá a comunicar al Rey el martes que ni se molestará en intentarlo.

Han pasado cuatro meses desde que se celebraron las elecciones generales y la investidura de un presidente del Gobierno sigue anclada en el kilómetro cero después del intento fallido de Pedro Sánchez de la mano de Albert Rivera. El tercero en discordia, Mariano Rajoy, sigue aferrado a su propuesta de gran coalición (PP-PSOE-Ciudadanos), pero el jefe del Ejecutivo en funciones considera "absurdo" seguir tratando de convencer al líder socialista. "Es que él no quiere; yo llevo intentándolo desde el día 21 de diciembre, pero él no quiere", declaró ayer el dirigente popular en una charla informal con los periodistas en la localidad toledana de El Toboso.

Rajoy considera abocada al fracaso una última llamada o el envío de una carta a Sánchez para tratar de persuadirlo, con lo que tiene claro que en la reunión que mantendrá con el Rey el martes le volverá a decir que no tiene apoyos para su investidura y la reedición de las elecciones generales navideñas -a la vista de que por la izquierda sólo se dibuja otra triste figura a la que no le salen ni los números ni la letra- del 26 de junio están servidas este verano.

No obstante, Rajoy lanzó ayer a primera hora de la mañana un mensaje a Sánchez en su cuenta de Twitter en el que aseguraba que aún puede evitar la repetición de las elecciones. "Le invito una vez más a trabajar por un Gobierno de gran coalición que dé estabilidad a España", proclamaba el presidente en funciones en su mensaje.

Al plantearle los periodistas a Rajoy si esa va a ser ya su última apelación al secretario general del PSOE y, por tanto, ya no va a haber llamada ni carta, insistió en que él puede hacer todos los intentos que quiera hasta el último momento pero que serán baldíos ante la actitud de Sánchez, instalado en el no.

En ese sentido, Rajoy recordó que lleva planteándole desde el 21 de diciembre que lo mejor sería un Gobierno moderado sustentado por PP y PSOE como ocurre en la mayoría de países europeos, y le responsabilizó de meter al país en un nuevo jardín electoral, en el que para colmo no parece que se vayan a mover muchas hojas, aunque en Ferraz resulta inquietante cual molino de viento a Don Quijote la alianza entre Podemos e IU.

Tal y como hizo el miércoles en la conferencia de prensa tras su reunión en La Moncloa con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, Rajoy advirtió de movimientos que está habiendo ante las nuevas elecciones como una "coalición de radicales y extremistas", en referencia al posible acuerdo entre Podemos e IU para acudir juntos a los comicios.

Una opción destinada a caer como fruta madura, tal como ratificó ayer el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que dijo que sería "bueno" que su partido e Izquierda Unida puedan "sumar voluntades" en unos futuros comicios generales.

Iglesias negó que existan discrepancias sobre este acercamiento a IU con su número dos, Íñigo Errejón, y se mostró convencido de que todos los dirigentes de Podemos van a estar "a una".

A la vista de los acontecimientos, en la reunión que mantendrá el martes con Felipe VI en la ronda de contactos del Rey con los representantes políticos para confirmar si la falta de acuerdo llevará a la repetición de los comicios, el presidente en funciones le trasladará lo mismo que le ha dicho hasta ahora. "Yo le diré que no tengo los votos" para someterse a una sesión de investidura con garantías de que pueda prosperar su candidatura, según comentó a los periodistas.

Tampoco los tiene Sánchez, "Creo que el señor Rajoy sabe perfectamente que la propuesta del PSOE es cambiar tanto las políticas como al Gobierno y, por tanto, lo que voy a hacer es tender la mano tanto a izquierda como a derecha para que las fuerzas del cambio nos pongamos de acuerdo", recalcó.

En declaraciones a los periodistas al finalizar el homenaje por el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes en el Congreso, Sánchez ni siquiera aclaró si acudiría a una reunión en el improbable caso de que el líder del PP le convoque. "Lleva tres meses que dice que me va a llamar, que no me va a llamar... En serio, el PSOE quiere cambiar las políticas y, en consecuencia el Gobierno", remachó.

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