El líder del PP, Mariano Rajoy, ha dicho encontrarse "a mitad de una tarea tan difícil como apasionante" y ha vuelto a advertir del "error" que supondría que España cambie de política económica, error que también se produciría, en su opinión, si no se bajan los impuestos como ha prometido su partido. Rajoy ha aprovechado su intervención en un foro organizado por el Diario de Burgos para hacer un repaso del acontecer de la economía en sus años de gobierno y celebrar la bajada histórica del paro en mayo.

El jefe del Ejecutivo ha usado los datos del desempleo y de la Seguridad Social como ejemplo de lo que ha mejorado la economía, y para hacer, en esta precampaña, una promesa: la de que los populares no piensan descansar hasta que se recuperen todos los puestos de trabajo perdidos durante la crisis. Ha asegurado además que en sus pensamientos y "desvelos" siguen estando los millones de españoles que continúan en el paro, y a ellos les ha mandado un mensaje: el de que pueden tener "esperanzas fundadas" de que acabarán encontrando trabajo.

La bajada del paro le ha servido de enganche para una intervención puramente económica, en la que ha vuelto a recordar que cuando llegó al Ejecutivo España estuvo "a punto de quebrar" y con "riesgo cierto" de ser rescatada, lo que se habría "llevado por delante el bienestar y el esfuerzo" de muchos años, y ha subrayado que con las medidas tomadas el país logró "su libertad". Y tras repasar todos los datos que demuestran la mejora de la economía, que según ha dicho en los próximos años crecerá a un ritmo del 2,5 por ciento o más, Rajoy ha aprovechado para defender una de las promesas estrella en la carrera hacia las elecciones del 26 de junio: la nueva bajada de impuestos.

Tras admitir que esa reducción solo será posible si la recaudación sigue aumentando, ha señalado en cualquier caso que en la próxima legislatura "se dan las condiciones" para bajar la tributación. Y ha asegurado que "sería un enorme error no bajar los impuestos". Algo que ve compatible con reducir el déficit porque también ha considerado que sería un error no seguir haciéndolo. Ha insistido Rajoy en que hay en el país "dos opciones", la de mantener las mismas políticas económicas, que según ha admitido son "más ensalzadas fuera que dentro" y con las que el país "crecerá vigorosamente", o cambiarlas, y en ese caso ha advertido de que España volvería a la situación de 2011, "un sitio en el que nadie quiere volver a instalarse".

Todo en un acto en el que Rajoy ha asegurado a los presentes que no piensa utilizar en su campaña electoral el procesamiento de los ex presidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, un asunto sobre el que estará, ha dicho, a lo que decidan los tribunales.

No ha querido tampoco Rajoy explicar ni las razones por las que no ha invitado a José María Aznar a participar en su campaña ni si está molesto porque el ex presidente no le haya invitado este año al curso de FAES. "Las relaciones entre José María Aznar y yo son estupendas y no hay nada más que decir", se ha limitado a decir Rajoy, quien por otra parte ha defendido la renovación permanente que ha hecho su partido, ha asegurado, en los últimos años.

El líder del PP ha señalado también en este foro que no le consta que haya ninguna acusación formal contra el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, tras conocerse un informe de la Guardia Civil que le vincula con la trama Púnica. "Estaré a lo que digan los tribunales, porque a mí no me consta que haya ninguna acusación formal de nadie", ha subrayado.

Durante el coloquio, Rajoy ha confirmado la intención de su Gobierno de ir liberando las autopistas de peaje a medida que vayan agotando sus concesiones. También ha prometido la llegada de la alta velocidad a Burgos y su conexión con el País Vasco, aunque ha recordado que este tipo de obras, al igual que las carreteras, cuesta más tiempo hacerlas por la geografía del lugar, ya que hay que construir túneles y viaductos. Ha dicho además que los técnicos están estudiando las opciones para unir por ferrocarril Burgos con Madrid y que tomarán la decisión oportuna, teniendo en cuenta la rentabilidad.

Antes del acto, Rajoy ha visitado las obras de la nueva fábrica de Campofrío, arrasada por un incendio en 2014, y las actuales instalaciones de Navidul. Después, el candidato del PP a la reelección en los comicios del 26-J ha elogiado la capacidad de los responsables de Campofrío de no dedicarse a "llorar" por la desgracia y reaccionar para solucionar el problema lo antes posible. "Me voy muy satisfecho y muy esperanzado", ha asegurado. "Lejos de perder el tiempo, he ganado tiempo y conocimiento", ha señalado.