La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aprovechó su intervención tras el Consejo de Ministros extraordinario de verano para decirle al PP que está dispuesta a darle todas las explicaciones que sean necesarias -sobre la supuesta manipulación política de la Fiscalía del Estado-, porque el problema "no es mío" sino "de ellos". En una contundente respuesta, De la Vega recriminó al PP su actitud victimista por acusar al Ejecutivo y al resto de instituciones del Estado de urdir una campaña contra la oposición.

"Cada vez que el PP tiene un problema con la Justicia se lanza en una carrera desenfrenada contra los demás", manifestó De la Vega. "No se han molestado en dar ni una sola explicación -sobre el caso Gürtel-, y sin embargo están profiriendo demasiados ataques contra los demás". "Quieren extender sombras de sospecha sobre el funcionamiento de las instituciones", sentenció la vicepresidenta.

El PP acusa al Gobierno de estar detrás de una estrategia que incluiría escuchas ilegales al partido, según denunció la propia secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, por lo que han solicitado las comparecencias en el Congreso de la vicepresidenta del Gobierno -por anunciar que la Fiscalía iba a recurrir ante el Supremo el archivo del caso Gürtel en Valencia-, del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba -a quien acusan de dar órdenes a la Policial Judicial de detener a cargos populares que luego quedan en libertad-, y finalmente la del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para que explique si recibió instrucciones de Moncloa para recurrir la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Valencia sobre Camps.

A este respecto, De la Vega se mostró dispuesta a comparecer y dar explicaciones "donde y cuando quieran". Será la Diputación Permanente quien decida a finales de mes si finalmente comparece o no.

De le Vega acusó también al líder del PP, Mariano Rajoy, de no ejercer liderazgo en su propio partido, ya que en "lugar de poner orden y cortar" los posibles casos de corrupción entre los populares, ha optado por la crispación, y dio por zanjada la polémica de las supuestas escuchas asegurando que "están en el cajón de las falsedades".

Desde el PP, el consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, afirmó en una entrevista con Efe que "siempre que gobierna el PSOE termina habiendo problemas de escuchas telefónicas", aludiendo así a los años en los que el vicepresidente del último gobierno socialista de Felipe González, Narcís Serra, tuvo que dimitir tras el escándalo de las escuchas del Cesid.