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España

La apuesta por la unidad toma ahora Barcelona

  • La mayoría silenciosa sale en tromba del ostracismo y planta cara al independentismo desbordando el centro de la capital catalana en defensa de la legalidad sin apenas incidentes

Había pasado una semana desde que se celebrara el paniaguado referéndum del 1 de octubre y la gran jornada independentista cedió finalmente el paso a esa mayoría silenciosa que permanecía agazapada entre el miedo y la presión de las esteladas se abrió ayer paso airosa y multitudinariamente por las calles de Barcelona, que acogió una masiva una masiva manifestación a favor de la unidad de España, convocada por la entidad Societat Civil Catalana y en la que se congregaron entre un millón, según los organizadores, y 350.000 personas, según la Guardia Urbana.

Ha sido la movilización más multitudinaria hasta la fecha celebrada en Barcelona en defensa de ese orden constitucional que los secesionistas se han saltado a la torera, con manifestantes procedentes principalmente de toda Cataluña y con la participación de dirigentes del PP, de Ciudadanos y del PSC, todo en un clima festivo.

Aunque el Gobierno ha parado, los ciudadanos sí que están en la calle, España no va a parar"Hemos petado Barcelona. Os agradezco que estéis aquí, somos la voz de la sociedad civil"Es el segundo momento histórico en defensa de la democracia desde Miguel Ángel Blanco"Los socialistas catalanes vamos a intentar evitar hasta el último momento la DUI"

La marcha, a 48 horas del día D, cuando el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, comparecerá en el Parlament con la declaración de independencia presuntamente bajo el brazo tras el 1-O, arrancó en la plaza Urquinaona, que empezaba a llenarse una hora y media antes de la convocatoria, y transitó por la Via Laietana hasta la avenida Marqués de Argentera, donde se leyó un manifiesto.

En la cabecera de la manifestación, tras una pancarta con el lema ¡Basta! Recuperemos la sensatez, se situaron el presidente de Societat Civil Catalana, Mariano Gomà, el escritor Mario Vargas Llosa y el ex ministro socialista Josep Borrell.

Numerosas caras visibles del PP -Dolors Montserrat, Rafael Hernando, Javier Arenas, Pablo Casado, Enric Millo, Andrea Levy, Xavier García Albiol o Cristina Cifuentes-, de Ciudadanos -Albert Rivera, Inés Arrimadas, José Manuel Villegas, Fernando de Páramo, Carlos Carrizosa o Begoña Villacís- y del PSC -Salvador Illa, Josep Borrell o Celestino Corbacho- también estaban en primera línea del clamo por la recuperación del proverbial seny catalán que algunos han mandado al desguace.

Entre multitud de banderas españolas, senyeras y algunas europeas, la marcha avanzó lentamente a partir de las doce de la mañana, entre gritos de "Puigdemont a prisión", "Yo soy español" o "Viva España, viva Cataluña y viva la Guardia Civil" y, al pasar junto a la Jefatura Superior de Policía, los manifestantes expresaron su apoyo a los agentes y gritaban "No estáis solos".

Entre las pancartas exhibidas se leían lemas como ¡La unidad de España no se vota ni se negocia! ¡Se defiende!, Golpe ¡no!, España somos todos, Paz o 155 ya.

Pasadas las dos del mediodía, los protagonistas de la cabecera llegaban al escenario instalado frente a la estación de Francia, desde donde Vargas Llosa tildadba de "golpistas" a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Carme Forcadell.

Antes del inicio de la marcha, a la que ha acudió también gente del resto de España, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, aseguraba que el Gobierno "no va a abandonar" a ningún catalán y se mostró segura de que la manifestación pondrá "fin al independentismo".

El líder del PPC, Xavier García Albiol, destacó la manifestación como el "segundo momento" histórico "en defensa de la democracia" desde las movilizaciones por Miguel Ángel Blanco y advirtió: "No vamos a permitir ni una independencia en presente ni por etapas".

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, agradeció a Puigdemont, al vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y a la CUP que hayan "unido a todos los españoles", y reclamó urnas para poder votar ya en unas elecciones autonómicas.

El secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, apostó por la "sensatez", el "respeto al Estado de derecho" y el "diálogo", y defendió "un nuevo pacto entre Cataluña y España".

Desde Twitter, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dirigió dirigido un mensaje a los manifestantes: "En defensa de la democracia, la Constitución y la libertad. Preservaremos la unidad de España".

También se han registrado concentraciones por la unidad en Londres, París y Bruselas.

Desde Argentina se alzó asimismo la voz del cantautor Joan Manuel Serrat, que pidió a Mariano Rajoy y a Carles Puigdemont que inicien un proceso de diálogo para hallar una solución a la crisis política generada por la iniciativa independentista catalana. "Que hablen aunque no sepan de qué, aunque no tengan nada que decirse. Porque nunca se habla lo suficiente cuando hay voluntad de solucionar cosas", dijo.

La movilización de Barcelona transcurrió en un ambiente festivo. Sólo al final, una vez ya acabada la convocatoria, se produjeron algunos incidente aislados.

Un grupo de jóvenes agredió a un fotógrafo aficionado en el Passeig de Sant Joan, y en la Via Laietana lanzaron latas contra un furgón de los Mossos, que en algunos lugares de la marcha recibieron abucheos y gritos de "traidores".

Según la Policía autonómica, se produjeron pequeños encontronazos y momentos de tensión entre jóvenes de diferentes ideología, y un grupo de 300 manifestantes rompió la puerta de acceso al Parque de la Ciudadela para llegar hasta el Parlament, y arrojar huevos, al igual que en el Palau de la Generalitat.

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