España

El cara a cara visto por los expertos

  • Asesores en comunicación y estilismo aconsejan a los líderes de PP y PSOE cómo vestir y actuar para ganar el debate

La sintonía de los líderes del PP y del PSOE en cuanto a celebrar un debate televisado apunta a que finalmente habrá cara a cara entre los dos grantes partidos en campaña electoral, que será clave para deshacer la aparente igualdad de fuerzas en una campaña que se antoja enormemente reñida. Por eso, cuando a la hora marcada comience el que será el primer debate televisado desde 1993 entre los dos candidatos a la Presidencia, José Luis Rodríguez Zapatero tendrá que aparecer como un líder firme y gesticulante, pero también comedido, y Mariano Rajoy deberá hacerlo como un contendiente capaz de hablar sereno y con porte recio.

Así es como recomiendan que actúen a ambos líderes la empresa de asesoría de imagen y estilismo Les Pepas, un sello creado recientemente, pero que cuenta en sus filas con especialistas de amplia trayectoria en el cuidado de la imagen pública, es decir, en lo referente a la forma de vestir, a la elección de la ropa, a cómo expresar bien las ideas y en sacar el máximo provecho de ello.

En todo ello el actual presidente y el líder del PP padecen ciertas afecciones aunque también detentan virtudes, y habrán de pulir unas y potenciar otras cuando aparezcan juntos en el plató de televisión para librar una batalla decisiva. Los dos debates que hasta el momento han pactado PSOE y PP supondrán un examen público de primer orden para ambos candidatos que, si bien han acumulado algo de experiencia en lides parecidas, como en el programa de TVE Tengo una pregunta para usted, nunca se han enfrentado cara a cara con cámaras de televisión delante como testigo y ante millones de ciudadanos en vivo y en directo.

Una experta en estilismo de Les Pepas considera que el candidato del PSOE debe corregir su lenguaje corporal, ya que tiende a aparecer "desgarbado, con el cuello hacia delante, como encorvado", lo cual no es una señal alentadora porque esa postura puede interpretarse como una "falta de seguridad".

El jefe del Ejecutivo cuenta con aptitudes a su favor, como puede ser la gesticulación, algo que sin embargo ha de controlar porque si lo hace "en demasía", según aconseja la experta consultada, podría crear "confusión en su mensaje".

En cuanto a la forma de vestir, el presidente muestra un vestuario "moderno, serio, con prevalencia de colores oscuros", mientras que Rajoy ofrece una estética "más conservadora", lo que no tiene por qué considerarse un perjuicio, más bien al contrario, ya que su atuendo se adapta a su aspecto "como más bonachón".

A Rajoy también le favorece su gestualidad al hablar, ya que le confiere un alto grado de "credibilidad", pero no puede confiarse puesto que si se excede en la crítica podría perder todo lo ganado anteriormente. De ahí que la asesora de Les Pepas le recomiende mejorar la vocalización y mentalizarse de que calará más en la gente si se muestra "tranquilo" al hablar. Desde el PP, su secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, opina que su presidente -que en un primer momento ofreció hasta tres debates en canales privados y rechazó comparecer en TVE porque es "una televisión gubernamental"-, sintoniza bien con "la gente seria", la gente a la que gusta "pensar lo que se dice y decir lo que se piensa".

Los debates electorales, práctica no muy habitual en España, permitirán poner en liza ideas políticas, intercambiar propuestas y comparar promesas. El catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, José Luís Arceo, advierte que uno y otro partido concurrirán de modo muy diferente: el PSOE quiere los debates porque necesita una gran participación mientras que el PP persigue lo contrario.

En esa tesitura, asegura que Zapatero "tiene que moverse en el complicado equilibrio entre lanzar expectativas a un público de centro y no perder al electorado de izquierdas", mientras que Rajoy puede conformarse con atraer a ese sector social del PSOE, desencantado por los acontecimientos de la legislatura.

Según apunta, "los debates le vienen mejor a Zapatero". Elorriaga discrepa: "Si el PSOE tiene tantas ganas de celebrar uno es porque no las tiene todas consigo", dice confiando en superar el millón largo de votos que le separó del PSOE en el año 2004.

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