El enfrentamiento de Cataluña con el Estado ha solapado la actualidad en España de asuntos de hondo calado en el ámbito europeo, como son el terrorismo yihadista, la ola de inmigrantes que sigue llegando al viejo continente y las fórmulas para combatir el crimen organizado. Éstas fueron algunas de las principales cuestiones abordadas ayer en Sevilla en la reunión del G-6, que cita desde 2003 a los responsables de Interior de los países más poblados de la Unión Europea.

Polonia tuvo el gesto de ceder la organización de este cónclave a España por los últimos ataques terroristas de Cataluña. El ministro Juan Ignacio Zoido fue el anfitrión en Sevilla de una jornada en la que participaron sus homólogos de Francia, Gerard Collomb; Reino Unido, Susan Williams de Trafford, y Polonia, Mariusz Blaszczak, además de la secretaria de Estado de Alemania, Emily Haber, y el embajador italiano, Stefano Sannino. También estuvieron en el hotel Eurostars de la capital hispalense el titular de Interior de Marruecos, Abdelouafi Laftit, y dos comisarios de la UE: Dimitris Avramopoulos (Migración) y Julian King (Seguridad).

Zoido ve necesario detectar los mensajes radicales difundidos en las mezquitas

Zoido desmenuzó al final del encuentro algunas de las medidas acordadas en la luchar contra el yihadismo, como un mayor control de los imanes y los mensajes en las mezquitas, así como de internet y de los precursores con los que se pueden fabricar explosivos, llevando a cabo una mayor vigilancia para la detección de transacciones sospechosas, aunque sean productos legales. El ministro español precisó que hay determinadas sustancias cuyo uso en exclusiva para fines medicinales o de limpieza no suponen "ningún problema", pero no obstante "mezclados" con otras "pueden convertirse en explosivos que causen graves tragedias". "El terrorismo yihadista tiene la facultad de adaptarse y cambiar su modus operandi", resaltó Zoido.

El G-6 reafirmó su compromiso de intensificar el intercambio de información en la lucha antiterrorista y aumentar la velocidad de los sistemas que lo favorecen, además de apelar a la colaboración público-privada para evitar el uso de internet con fines terroristas, tanto en los mensajes que se publican como en su uso para la captación y radicalización.

La formación de los imanes y las medidas destinadas para evitar que se difundan mensajes radicales en lugares de culto también son aspectos fundamentales para el G-6, para controlar más a posibles inductores de terrorismo, como fue el caso del imán de Ripoll, artífice intelectual de los atentados en Cataluña, si bien Zoido reconoció la disparidad de la legislación en esta materia dentro de la UE.

Asimismo, el G-6 apostó por una migración legal y ordenada y una integración real de los inmigrantes, así como por una coordinación en materia de asilo y refugiados. Medidas de prevención y cooperación con los países de origen y de tránsito para evitar los flujos de inmigrantes irregulares, reforzar las fronteras de esos territorios y luchar contra la trata de seres humanos serán básicas en este asunto.

Zoido puso como ejemplo esa cooperación de España que en su día acabó con las oleadas de inmigrantes que llegaban a Canarias y valoró las políticas migratorias de los gobiernos del PSOE y del PP, que han sido "las mismas" y que se han ganado la "confianza" de Marruecos y su "leal" colaboración.

En relación a los refugiados, el ministro expresó la "firme voluntad" de España de cumplir con los acuerdos de la UE en reasentamiento y en reubicación.