Las familias monoparentales (encabezadas por la madre en un 80% de los casos), las mujeres mayores de 65 años, las migradas y las trabajadoras del servicio doméstico son los colectivos con mayor riesgo de sufrir pobreza energética.

Así se desprende de un estudio de Ingeniería sin Fronteras (ESF) y Alianza contra la Pobreza Energética (APE) presentado ayer en la Biblioteca Francesca Bonnemaison de Barcelona.

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona han ofrecido datos que mostraban que, de las personas que acudían a las oficinas en busca de ayudas, había el doble de mujeres que hombres, por lo que concluyen que "la carga de la pobreza es responsabilidad de las mujeres en la mayoría de los casos", según la autora del estudio, Irene González.