España

La política irrumpe en la final de Copa

El fútbol desata pasiones y también la lengua de los políticos, que cuando encuentran la ocasión no la desaprovechan para meter baza con el balón como excusa. O más bien todo lo que rodea al deporte. La polémica saltó el pasado miércoles con unas declaraciones del presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, unos días antes de medirse en la final de Copa contra el Sevilla.

Bartomeu pidió "respeto" por la entidad azulgrana, las instituciones catalanas y el derecho a decidir; además, no censuró una posible pitada de su hinchada al himno español: "Cuando, de manera mayoritaria, nuestra afición se ha expresado silbando, no lo ha hecho para menospreciar ningún símbolo, sino en protesta por determinadas actitudes contra el pueblo de Cataluña en los últimos años".

Las réplicas no tardaron en llegar. El líder del PSC, Miquel Iceta, afeó a Bartomeu que sus palabras antes de la final copera "no van en la dirección de promover respeto" y opinó que "usar políticamente un fenómeno de masas" como el fútbol es "un gravísimo error".

Sin embargo, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, no está de acuerdo con algunos compañeros de su partido, como el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, al considerar que pitar el himno "no es violencia", sino "una falta de respeto" y opina que no debería suspenderse por ello la celebración del partido.

Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña, coincide en que pitar el himno es "una falta de respeto", aunque no aclaró si lo considera violencia. El ex alcalde de Barcelona Xavier Trias quitó hierro al asunto y señaló que pitadas "las ha habido siempre", incluso en época de Francisco Franco, cuando era la Copa del Generalísimo y "no pasaba nada".

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