Infraestructuras La alta velocidad une Madrid y Barcelona

Sin retrasos... 12 años después

  • El AVE se estrena en Barcelona con impecable puntualidad y el fantasma de los atrasos sólo afecta a la ejecución de las obras, una década de incesantes demoras

Ha tardado 12 años en tomar cuerpo pero la conexión vía AVE entre Madrid y Barcelona es ya una realidad. La puntualidad absoluta marcó ayer la primera jornada comercial de la alta velocidad entre las dos capitales y el fantasma de los retrasos sólo afectó a la ejecución de las obras, que han tardado más de una década en completarse desde la aprobación del proyecto.

También la cercanía de las elecciones ha marcado la puesta de largo del AVE a Barcelona, con un indudable componente electoral. Así lo cree al menos un 71 por ciento de españoles, que piensan que el lanzamiento de la alta velocidad entre Madrid y Barcelona es una "táctica para ganar votos" del PSOE dada la inminencia de las generales, según las conclusiones de un estudio realizado por el portal de viajes Easyviajar entre 6.000 ciudadanos de toda España.

El primer AVE debió arrancar en 2004, conforme al compromiso del Gobierno de Aznar o, a más tardar, el pasado 21 de diciembre, acorde con el compromiso que adoptó públicamente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero a pesar de todos los contratiempos, socavones e incesantes demoras, los dos primeros trenes con pasajeros efecturaron finalmente ayer su salida de las estaciones de la madrileña Puerta de Atocha y de la barcelonesa Sants, simultáneamente y con puntualidad.

El nuevo trayecto, de 659 kilómetros, que une la capital española con la catalana se completó en sólo 158 minutos. Y lo hizo con cinco minutos de adelanto, aunque un poco vacío de pasajeros -160 concretamente-, escasez propia de la hora intempestiva.

Ocho minutos sobre la hora prevista se adelantó el AVE con destino a la capital procedente de Barcelona. Este segundo convoy iba un poco más cargado que el tren que hizo el recorrido inverso: 250 pasajeros, un centenar de ellos periodistas, fueron testigos directos de la inauguración.

El tiempo empleado por el AVE es dos veces inferior al de los trenes convencionales y una hora y veinte minutos menos que el hasta ahora utilizado por los Alvia. Un éxito también fue el número de pasajeros que utilizaron el transporte alternativo al puente aéreo, que se perfila como el gran damnificado de la apuesta por la alta velocidad. Según las previsiones que adelantó el director general de Servicios de Alta Velocidad-Larga Distancia de Renfe, Abelardo Carrillo, el AVE entre las dos capitales se estrenó con buen pie con cerca de 12.000 usuarios en una sola jornada. 34 trenes de alta velocidad -17 por cada sentido- comunicarán diariamente las dos ciudades. Sólo 15 son viajes directos -de dos horas y 38 minutos-, ya que el resto incluyen paradas -Zaragoza, Lleida y Camp de Tarragona- que prorrogan el recorrido hasta las tres horas y 24 minutos.

Uno de los maquinistas del tren de alta velocidad, Ricardo Durán, que condujo el primer convoy entre Barcelona y Madrid, resaltó que ayer fue un día muy especial y señaló su gran satisfacción profesional. "Más que nervios, he sentido una gran responsabilidad", afirmó el maquinista al llegar a Atocha.

La mayoría de los comentarios de los pasajeros ensalzaron la comodidad del servicio. "El viaje es una maravilla", destacó Luis Bolaño que, junto con su mujer, Blanca, acudieron a la capital catalana para presentar a su hija, recién nacida, a unos amigos. "El tren no iba muy lleno", repuso Blanca, quien recordó que compraron el billete el pasado lunes.

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