El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenó el ingreso en la cárcel de diez de los detenidos en Barcelona el pasado sábado por pertenencia a banda armada y a tres -Mohamed Shoaib, Mehmooh Khalib e Imran Cheema- les acusó de ser terroristas suicidas.

Sin embargo, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, aseguró que de los diez detenidos los presuntos terroristas suicidas eran seis y no tres, lo que ha generado confusión con el auto de prisión del magistrado.

Por este motivo las mismas fuentes han aclarado que de esos seis presuntos terroristas suicidas, tres se encuentran en paradero desconocido y no tenían intención de cometer un atentado en España.

Las mismas fuentes han asegurado la "inminencia" del atentado -de acuerdo con el auto del juez se iba a producir del 18 al 20 de enero- y han afirmado que las declaraciones del testigo protegido en las que se han fundamentado parte de las acusaciones, estaban corroboradas por pruebas.

Las mismas fuentes han explicado también que el objetivo de la célula desarticulada en Barcelona era el transporte público de la ciudad, pero no había planes concretos de atentar en el metro o en la red de autobuses.