Triana vista por sus habitantes

Carlos Manuel Herrera Maliani: Orgulloso de la vecindad de pueblo

Vecino de Triana desde hace 30 años, aunque nació en la Macarena y se crió en el centro, Carlos Manuel Herrera Maliani, científico de reconocido prestigio internacional (miembro de las academias de biología en Estados Unidos y Reino Unido) e investigador de la Estación Biológica de Doñana, es de los que no cruzan el puente ni para tomar una cerveza, “prefiero quedarme en sitios como el Blanca Paloma”.  Aunque asegura que hace poca vida en la calle, “me paso gran parte del día trabajando”, el poco tiempo libre lo emplea en su barrio: “siempre voy a tomar una cerveza a la Ronda de Triana o a la zona de San Gonzalo y el Tardón”. Rehuye a los que denomina “turistas de mapa y botella de agua que pueden alterar la filosofía de la zona”, a su parecer “están invadiendo” el arrabal. Y justifica su teoría: “cuando estas personas colonizan un lugar, como el barrio de Santa Cruz, crean bares caros y a los indígenas nos cuesta más y baja la calidad, por lo que nos vemos obligados a trasladarnos y dejar de hacer vida allí”. 

Lo que más le ha llamado la atención de Triana, “de la que no me iría por nada del mundo”, es su ambiente de pueblo “muy diferente al de Sevilla, es difícil de explicar, pero que yo lo percibo perfectamente”, y que le otorga ese trato cercano con los vecinos, “aunque no sepas como se llaman los conoces de vista de acudir al mercado o de algunos bares. Los trianeros nos deberíamos sentir orgullosos de eso que no ocurre en otros lugares de la ciudad”. Esa atmósfera es lo que más le llama la atención a sus colegas extranjeros, a los que siempre que vienen a Sevilla les lleva a dar un paseo por Triana. Poco amante de las fiestas, como la Semana Santa, la Feria o el Rocío, sí acude algún día a la Velá de Santa Ana, aunque afirma con rotundidad que “no tiene nada que ver con lo que era en el pasado”.

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