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'Fútbol on the rocks': La Eurocopa alpina comienza con incógnitas

  • Una audiencia agregada de más de 8.000 millones de personas verán los 31 partidos del tercer acontecimiento deportivo del mundo, según la UEFA, que pretende embolsarse 1.300 millones de euros en la caja.

El fútbol on the rocks (fútbol en las rocas) echa mañana a andar: la Eurocopa alpina de Austria y Suiza se inicia con el duelo entre el anfitrión helvético y la República Checa, la primera ocasión para responder a las incógnitas que se ciernen sobre el torneo continental.

Los dos países anfitriones tratan de encender la "fiesta de las emociones" con la que sueñan los organizadores y que tanto dependerá del rendimiento de dos equipos para los que acceder a cuartos de final ya sería un éxito, sobre todo en el caso de Austria.

¿Cómo se vivirá la Eurocopa con dos selecciones locales de perfil tan bajo? Pese a que no hay un entusiasmo generalizado, mañana en Basilea el flamante St. Jakob Park vivirá un lleno absoluto y pura "fiebre suiza" roja y blanca.

Una audiencia agregada de más de 8.000 millones de personas verán los 31 partidos del tercer acontecimiento deportivo más grande del mundo, según la UEFA, que pretende embolsarse 1.300 millones de euros en la caja.

"La fiesta empieza a mejorar finalmente. Estoy orgulloso de que comience el torneo, de que los espectadores vayan a vivir un espectáculo", dijo hoy el presidente de UEFA, el francés Michel Platini, que vive su primer gran torneo.

¿Quién sucederá a Grecia como campeón de Europa? ¿O repetirán los sorprendentes helenos? "Todos, los 16 equipos, se merecen estar en la Eurocopa. Será un torneo en el que ganará el fútbol", agregó Platini.

De hecho, otra de las grandes incógnitas es saber quién puede ganar el torneo. Nunca se llegó a un certamen sin favorito claro y con un ramillete tan amplio de candidatos.

La Alemania de Michael Ballack y el "moderno" Joachim Low quieren la cuarta corona. "Estoy sintiendo la tenacidad de los jugadores por querer conseguir algo", alertó Low.

De momento, los germanos, que se estrenan el domingo en Klagenfurt ante Polonia, encaran una asequible primera fase con Austria y Croacia como restantes rivales.

No se puede decir lo mismo del "grupo de la muerte", el C, conformado por tres selecciones que no darán mucho dinero a los apostantes si ganan -la campeona del mundo Italia, la subcampeona Francia y la tradicional Holanda- y un equipo que puede dar la sorpresa, Rumania.

El 17 de junio, en la última jornada del grupo, Zúrich revivirá la final del Mundial de Alemania 2006 en Berlín entre los "azzurri" y los "bleus".

Con gran tensión se espera también la presencia de la Portugal de la "megaestrella" Cristiano Ronaldo, que además cuenta con ser la actual subcampeona de Europa y cuarta del mundo. Ronaldo pasa por ser en la actualidad el mejor jugador del planeta y quiere completar una gran temporada tras haber logrado la liga inglesa y la Liga de Campeones con un Manchester United al que desea cambiar por el Real Madrid.

"Sólo firmo ganar la Eurocopa", dijo Luis Aragonés, técnico de una España que quiere dar por fin el gran salto. Otro equipo con entusiasmo es la República Checa y, como no, la Grecia de Otto Rehhagel, que busca repetir el título, algo que sería aún más sorprendente que lo logrado en Lisboa en 2004.

Mientras, Suiza y Austria quieren disfrutar del mayor evento celebrado en ambos países. Y los organizadores comienzan el torneo mirando el cielo. "Todo está en buen estado, pero no nos podemos permitir mucha más lluvia", dijo el jefe del comité organizador, el suizo Martin Kallen.

En lugar de lucir el sol, la nubes cubren Basilea y Viena, los dos grandes centros de la Eurocopa, y en Innsbruck, en plenos Alpes, el panorama no es más alentador.

Si llueve, las millas de aficionados, donde disfrutarán de la Eurocopa los que no dispongan de entrada, verán reducida su presencia. "Queremos dar la oportunidad a la mayor cantidad de gente de estar lo más cerca posible", dijo Richard Heaselgrave, responsable de promoción de la UEFA sobre el concepto que se creó en el Mundial de Alemania 2006.

Las millas serán una opción para los fans que no quepan en unos estadios pequeños. Sólo los campos de Basilea y Viena superan los aforos de 30.000 aficionados. Y por ello, todo está ya vendido.

Para evitar los temidos ataques terroristas y los disturbios entre aficiones, hay una alianza de policías. Los locales se verán apoyados por los de los países cercanos con plenos derechos para detener a los alborotadores, entre los que no estarán seguro los hooligans ingleses, cuya selección no pudo clasificarse.

Todo es poco para que la Eurocopa alpina no viva sorpresas y sí un entusiasmo que aún es una incógnita.

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