Cáncer: ni bicho ni derrota

O todos somos triunfadores por vivir o todos somos fracasados porque estamos abocados a la muerte

Bimba Bosé, modelo y cantante, murió ayer a los 41 años y, apenas unos minutos después de conocerse su deceso, un periódico nacional titulaba en su web: "Bimba Bosé pierde la batalla contra el cáncer", lo que daba pie a pensar que la artista había sufrido en último término una derrota. Al tiempo, y entre algún mensaje miserable de esos que tanto cunden en este tiempo nuestro de cobardones enmascarados, había gente de buena voluntad que en las redes sociales maldecían al "bicho" que según ellos es el cáncer por haberse llevado por delante la vida de una mujer joven y vitalista. Y así, tanto el errado titular como lo del bichito, revitalizaban a su modo dos metáforas muy literarias y tópicas, tan literarias y tópicas como inexactas e inútiles. Porque ni la muerte existe como ente, por más que la personifiquemos en cuentos infantiles con su ropón y su guadañita, ni el cáncer existe como una especie de organismo inteligente que va eligiendo a sus víctimas. Las metáforas, en fin, que a menudo están bien pero que en algunos casos sobran porque también enmascaran lo obvio: que la muerte y la enfermedad están en nosotros, son una parte más de lo que somos y ni hay que desnaturalizarlas ni hay que ocultarlas bajo mantos más o menos ridículos. Lo que hay que hacer, bien al contrario, es afrontarlas cuando llegan con entereza y valor si es que se puede, porque no siempre se puede, y a sabiendas de que todos, todos somos triunfadores por vivir y todos, todos caeremos derrotados a última hora dada nuestra condición frágil y finita. O sea, que o somos las dos cosas todos, triunfadores y fracasados, o no somos ninguna ninguno. Así que lo razonable es pensar que el éxito cuando un cáncer se diagnostica es afrontarlo como Bimba lo hizo, hablando de ello sin más rodeos, sometiéndose al tratamiento con valentía y apurando la vida hasta el último trago. Ni de la música de Bimba Bosé sé mucho, ni de su condición de modelo pues yo en eso de la moda estoy tan perdido como Tarzán en el Burger King, pero de lo que no me cabe duda es de que ante la enfermad esta mujer demostró ser un titán de honda humanidad y templanza. No cabe ante ella sino quitarse el sombrero, admirarla sin reservas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios