Aniversario en el real

Historia viva del interiorismo feriante

  • Ana Navas convirtió su caseta de Bombita 14 en icono de la fiesta mayor en sus décadas al frente del montaje.

"Mientras tenga mis ojos abiertos, seguiré pisando el albero". Ana Navas es una de esas personas gracias a las que la Feria sigue manteniendo su esplendor y tradiciones con el paso de los años. Esta sevillana, amante del detalle y mañosa, posee una extensa lista de premios concedidos a la decoración de las casetas que ha montado, señal de su dedicación y devoción por una de las fiestas grandes de la ciudad. Este jueves de Feria, en el número 14 de la calle Ricardo Torres Bombita se rindió homenaje a esta feriante en el quincuagésimo aniversario de la fundación de esta caseta, que ella misma decoró durante casi 40 años.

Recuerda que se volvía loca cuando se peinaba el caracol y de colocaba el geranio y el mantoncillo. Pasó sus ferias de juventud decorando la caseta de una "señora pudiente". En aquellos años, ya ganaba premios por ello. Y fue allí, rodeada por aquellas lonas de la Feria del Prado de San Sebastián, donde conoció a su marido, Francisco Galisteo. "Cuando me casé todo mi empeño era que nos dieran una caseta para poder ir a la Feria". Gracias a la intervención de Sebastián Retamal Urbano, el Ayuntamiento de Sevilla concedió la licencia en diciembre de 1963 a los hermanos Galisteo, Francisco, Rafael y Maruja. Y en la Feria de 1964 comenzaron "los mejores años".

Esta octogenaria sevillana, que no pudo estudiar Bellas Artes porque fue "una víctima más de su tiempo", ha dado salida a su creatividad con el montaje de esta caseta. Recibió numerosos reconocimientos por este trabajo. Sus ideas marcaban tendencia -ha sido muy imitada- e impresionaban, no sólo a los amigos y familiares que se reunían con ella para disfrutar en el real, sino que incluso llegaban visitas que venían sólo para verla. Como fue el caso de Rocío Jurado, que se acercó hasta el número 14 de Bombita con la mala suerte de que Ana Navas se había marchado a pasear. Fue pionera en colocar el mantón de Manila como motivo decorativo sobre el techo de la caseta; en otra ocasión, vistió de volantes los barriles de cerveza para taparlos y que sirvieran también de asiento e incluso utilizó madroños junto a las cortinas.

Sus diseños han sido icono de la fiesta en varias ocasiones. En el año 80, la Caja de Ahorros de San Fernando tomó una instantánea fotografiada durante una noche de Feria en la caseta como reflejo de esta fiesta y del carácter andaluz. El programa documental de RTVE Los ríos, que reportajeó cada accidente fluvial importante de España, cuando retrató el Guadalquivir, Sevilla y su Feria lo hizo con imágenes de la caseta.

Una llamada se hizo habitual para Ana Navas -se retiró en el año 2000- en aquellos años: un conocido que la avisaba de que una imagen de la caseta era publicada en la revista Garbo, en el semanal Blanco y negro de Abc y hasta en las cabinas y paradas de autobús.

Para conseguir los bártulos y motivos que usó en la decoración contó con la colaboración y ayuda de dos mujeres también ilustres en la historia de esta ciudad. La modista Lina y la maestra de tonadilleras Adelita Domingo. "Siempre mostraron mucho interés por prestarme cosas y me trataron con mucho cariño", comenta.

Amante de lo "antiguo", de las tradiciones y de los detalles en la caseta, nunca faltó un obsequio para los socios porque quien la conoce dice de ella que pensaba en todo y en todos. "Yo llevaba la caseta como mi casa", puntualiza. Este jueves, esos familiares y amigos, que durante 50 años han disfrutado de esa entrega y devoción, le devolvieron el favor con un homenaje.

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