Feria de Abril

A un mes y un día de Brasil 14

  • El tiempo es el auténtico alcalde de la ciudad, el que monta y desmonta portadas Hace un mes era Viernes de Dolores y falta un mes para el Mundial Sevilla le cede a Jerez el testigo del calendario ferial

NO busquen a Susan desesperadamente. Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, no estaba ayer dispuesta a hacer de figurante de la película que protagonizada por Madonna y Rosanna Arquette presentó años ha en Sevilla su directora, Susan Seidelman. No busquen desesperadamente a nadie en la Feria.

La búsqueda ha de ser pausada y tendrá su recompensa. No hay caseta de los adultos perdidos, que intentan perderse sin éxito. El móvil es un chivato, un detective doméstico, un Assange de la tienda de los chinos. El cronista va a la Feria por el camino más largo pero el más vistoso: tranvía de la Plaza Nueva al Prado y autobús de Tussam hasta la portada. Un coche de novios, la novia y la madrina con pamela en su interior, en la glorieta de la estatua ecuestre del Cid. Dos viajeros del autobús intentan disuadirla. Ellos no se aplicaron esa medicina. Uno se casó en julio de 1983, el otro en junio de 1987, y se jactan ante sus respectivas. Uno viene de visita, el otro, "al fondo se ve Triana, allí el puente del Centenario", hace de anfitrión, presume de que llegó a Sevilla "el último año de la Feria en el Prado".

En la caseta La Ventilá hay treinta taquillas, una por socio. La mayoría, con carteles de fiestas primaverales. El socio principal es Felipe Rodríguez Melgarejo. El 15 de abril de 1975, un día después del aniversario de la República en el año de la muerte de Franco, abrió en Jesús del Gran Poder la discoteca Holiday. "Con la crisis del 93, después de la Expo, cerramos seis meses. Cuando volvimos a abrir lo hicimos con el nombre de Yesterday, pero la gente le seguía llamando Holiday". Los Beatles perdieron esa batalla nominal.

Igual que Narciso Bonaplata en la fundación de la Feria de Sevilla o Dani Rovira en la historia de Ocho apellidos vascos, Rodríguez Melgarejo también tuvo un socio vasco. "Tenía un Holiday en Bilbao y abrimos otro en Cádiz".

En esa discoteca se presentó un disco de sevillanas cantadas por futbolistas -Gordillo, Juanito, Santi, Antonio Álvarez- y se dio el último mitin de campaña del PDP, partido de Óscar Alzaga que presentaba como candidato a la Alcaldía de Sevilla a un jovencísimo Javier Arenas Bocanegra. El socio fundador de la caseta atiende a una visita de Palma de Mallorca y a una jueza que quiere ser la socia número 31 de La Ventilá.

Tiempo de levantar el campamento. La Feria, como la Semana Santa, ha transcurrido de forma espléndida. Pero la ruleta continúa. Que se lo pregunten a David Garrido. A sus 27 años, se pasa seis meses fuera de su casa de Lebrija. A la Feria de Sevilla llegó desde las de Mairena del Alcor, la primera de Andalucía, la feria de ganado de Los Palacios y Rota. Hoy estará ya en la de Jerez, tan distinta y complementaria a la de Sevilla, y con paréntesis en Carmona seguirá la ruta del vino con escalas en El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. ¿Habrá quedado manzanilla, expoliada en el sudoku del rebujito? David seguirá después con pernoctas en Granada, las Hogueras de Alicante, de nuevo Los Palacios para la feria en la cuna de Romero Murube, Málaga, esa Feria a la que todos los años acude en agosto Antonio Banderas, Utrera, Lebrija, Villamartín, San Pedro de Alcántara, Marbella, Arcos de la Frontera, El Cuervo, Trebujena y Brenes. 22 Ferias. El mapa de Richard Ford con serranitos, flamenquines cordobeses y lagartijos de Aracena.

Cristóbal Pérez, cabeza visible de esta legión de estajanovistas feriales, lleva doce casetas en la Feria de Sevilla, incluida la de la Asociación de la Prensa en la que sí vieron a Susana Díaz el día de los Claveles sin buscar desesperadamente a nadie.

Montoro no tiene mar, pero Mar tiene Montoro. En la caseta de la Ser reina con su simpatía Mar Montoro. Florencio Ordóñez y Manuel Aguilar, los reporteros de la sobremesa deportiva, departen con Carlos Bellver, trotamundos verdiblanco al que sólo Araujo y Luis Carlos Peris superan en el cuentakilómetros bético. Paco García se prepara para los toros. "Vargas Llosa venía con Enrique Ponce, pasó a verlo por la tertulia del hotel Colón".

La primavera sevillana, ese totum revolutum que hermana la noche de Reyes con el miércoles de Ceniza, termina con el final de la Feria y en cierta forma empieza el año de la ciudad. Su normalidad. Uno de los grupos de sevillanas que pasó por el programa de Pedro Preciado y Mila Ortiz deseó a la audiencia y al público "feliz año". Y no le falta razón. Termina la poética de las sevillanas y llega la prosa de la declaración de la renta. Hoy falta un mes y un día para que se inaugure el Mundial de Brasil. El gol de Zarra a Inglaterra en Maracaná fue en la Feria del Prado.

La Feria pone en marcha iniciativas de patrocinio marcadas por la imaginación: las paradas de Tussam de la ginebra británica Tanqueray; el barco desde la torre del Oro al real abanderado por el ron cubano Legendario; las sevillanas de la Guita. En cuanto al agua, el grupo de sevillanas Los del Guadalquivir cumplen cuarenta años y lo celebran con un disco después de una larga separación, émulos de las facciones socialistas que lideraban Rodolfo Llopis y Felipe González. Los del Guadalquivir le han pedido prestados los ojos al Guadiana, que los recupera en Villarrubia de los Ojos, aguas manchegas que se expone en el Gourmet de El Corte Inglés junto a delicatessen hidráulicas de islas Fidji.

Se apagan las sevillanas en las casetas del real y España acude a Eurovisión en la cita de Copenhague, con la retransmisión de José María Íñigo. Éste ha contado que cuanto entrevistó a Neil Amstrong en televisión, la única condición que puso el astronauta fue visitar el acueducto de Segovia e ir a una corrida de toros. En Sevilla lo habrían llevado a los caños de Carmona y habría satisfecho los dos deseos en la misma ciudad. El arquitecto Rafael Manzano paseaba por la Campana y el animador cultural Chus Cantero llegaba a la portada.

El paso de las horas es la encarnación del cambio climático. Llega la brisa con la noche. También se acercan a las perpendiculares de Asunción los ejércitos de la botellona, que clavan como marca del territorio las bolsas de los hipermercados con las botellas para los mejunjes. ¿Cuántas fotos se habrán hecho estos días en la portada de la Feria? Estampas familiares, de amigos, furtivas, fortuitas. Sucedáneos de la mili, las quintas del 14, centenario preñado de hazañas bélicas. Empezarán a desmontar la portada de Feria y ya está en proceso de terminación la del Corpus donde estuvieron los palcos de la Semana Santa. Falta un mes y un día para el Mundial, ya se ha dicho, y hace un mes era Viernes de Dolores. El tiempo es el auténtico alcalde de esta ciudad. El que mide y registra, el que pone y dispone.

En el argot cofrade, esta Feria han salido todas menos los que se fueron a la playa. En Semana Santa sólo llovió en la salida del Resucitado. La Feria se resucita sola. Con la asesoría de fieles como José Luis Gómez Villa, pertiguero de la Mortaja que ayer disfrutaba del sábado de Feria con su mujer y sus dos hijos.

En la caseta de los Farmacéuticos no se cabía. Ángeles y Estrella celebraban el encuentro con toda su prole: los Ramiros, Ángel, las dos nueras y los tres nietos. Farmacia de guardia desde la calle Feria a la Feria hecha una calle Corrientes sin fin. Sin cajeros automáticos, también, estos Fabio, ay dolor, sin cabinas telefónicas, sin tiendas de chinos, aunque el bazar más próximo está en la misma esquina de Asunción con la portada.

Feria de abril en mayo que celebra la llegada del nuevo año con uvas de manzanilla, atracciones que cogen el camino de Jerez, Feria de las Fieras, después de las motos de Márquez, Lorenzo y Pedrosa, reyes magos del motor, el coche fantástico de Carletto y Miss Aurory, cuarta generación de circenses. Carpas en el circo y en el apeadero de Tussam en el Prado. La mejor de las casetas. Chóferes en traje de volantes.

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