DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Feria del Libro

"El sistema educativo actual ha creado generaciones de analfabetos"

  • El último Premio Caja Granada por 'La cúpula del mundo' reivindica la figura de Alfonso X, el rey sabio que "hace siete siglos ya habló de la alianza de civilizaciones"

Consagrado a rescatar episodios de nuestro pasado, Jesús Maeso de la Torre (Úbeda, 1949) presentó ayer en la Feria del Libro La cúpula del mundo (Grijalbo), galardonado con el II Premio Caja Granada de Novela Histórica. El siglo XIII, el tiempo de Alfonso X El Sabio -un rey "que murió abandonado en la ciudad que nunca le dejó", Sevilla-, es el marco de la novela. Obsesionado por el sueño de ser coronado emperador de la cristiandad y, en su lucha por sumar aliados, el monarca concierta el matrimonio de uno de sus hermanos con la hija del rey de Noruega: la princesa Cristina. En la delegación real que viaja a tierras nórdicas, donde los ritos paganos conviven con la religión oficial, está Beltrán Sina, médico del monarca.

-Comienza a investigar este capítulo tras el encuentro fortuito con la tumba de Cristina de Noruega.

-En Covarrubias, un pueblo de Burgos, me encontré una procesión de noruegos. Le pregunté al capellán y me dijo que ahí estaba enterrada la princesa Cristina. Hace 80 años, al abrir el sarcófago, encontraron un poema de amor y una receta médica. Con la embajada castellana que fue a Noruega iba un médico, pero no un médico al uso, sino un médico del alma.

-¿Qué sería hoy: un psicoanalista, un confidente...?

-Un confidente más bien. No imaginamos en la Edad Media a nadie en un diván. En la época, en Montpellier había una disciplina que se llamaba justamente así: Medicina para el alma. He querido pensar que, en ese largo viaje, se entabló una amistad acendrada entre Beltrán, que era un joven que hablaba latín y francés, y Cristina, que con el único castellano que pudo hablar fue con él.

-Tenemos a los personajes. Y el título, ¿a qué alude?

-La cúpula del mundo es uno de esos fenomenos de la Edad Media sobre el que los historiadores han pasado de puntillas y que realmente existió. Era una hermandad de príncipes, de místicos sufíes, rabinos musulmales, a la que pertencía Francisco de Asís. Querían acabar con el derramamiento de sangre que había en Jerusalén, entre Saladino y los cruzados; o sea, querían llegar a la paz mundial. Pero Roma se opuso rotundamente. Esa teoría política regresaría de nuevo con Alfonso X, hombre tolerante, gran maestro de ajedrez, políglota...

-¿Por qué eligió Sevilla para refugiarse?

-Cuando asume ese sueño de ser emperador del imperio romano-germánico, empiezan a darle de lado todos: primero Roma, después su mujer, su hijo Sancho, la nobleza y luego el pueblo. Y llegará a Sevilla, la única ciudad que le es fiel. De hecho, le regala un lema a la ciudad: Nomadejado (NO8DO). Si tenemos que elegir un rey en toda la Historia de España que fuera un estratega militar de primer orden y un adelantado políticamente ése es Alfonso X. Se adelantó siete siglos a teorías muy conocidas del siglo XX y XXI, como la globalización y la alianza de civilizaciones.

-La Alta Edad Media no ha sido un periodo muy reivindicado políticamente.

-Sí y eso que fue una época en la que nacen las universidades, la medicina, las ciudades, el Renacimiento... Alfonso X era un claro exponente de todo eso.

-Usted es profesor, ¿saben nuestros alumnos quién fue este rey?

-La generación del 80 es la última que ha conocido a Alfonso X. Después el sistema educativo español es sencillamente atroz. Es para exigirles responsabilidades a todos los ministros de Educación. Hemos creado algunas generaciones de analfabetos.

-¿Las novelas históricas salvan esa carencia?

-En los libros de los que hacemos historia novelada -caso de José Calvo Poyato, Juan Eslava, yo mismo, que además somos historiadores-, parece ser que mucha gente encuentra un refugio a ese vacío.

-¿Cuál es la línea entre la ficción y la realidad histórica? Porque no todo lo que se publica bajo el paraguas de la novela histórica lo es.

-Esa es la clave. La novela histórica tiene que tener esa sutileza en que el lector nunca perciba dónde empieza la fantasía y la imaginación del literato y lo que es la arquitectura profunda de Historia. Además, hay ciertos autores que no engañamos, contamos la verdad de la Historia. Y luego está la fantasía y las tramas para que la gente se lo pase bomba. Esta novela tiene misterio, novela de autor, novela negra, aventuras y, en su profundidad es una novela de amor.

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