El buque insignia de las mujeres en la Fórmula 1, la española María de Villota, vio truncado su sueño de ser la tercera fémina en pilotar en la categoría reina del motor tras sufrir un grave accidente, y se aleja así la posibilidad de que una mujer vuelva a irrumpir en el motor, un mundo dominado por hombres. "Acababa de ser nombrada embajadora de la FIA para la comisión de mujeres y teníamos muchas esperanzas puestas en ella porque es una persona muy carismática", lamentó Carlos Gracia, presidente de la Federación Española de Automovilismo.
A diferencia de las otra tres embajadoras (la austríaca Monisha Kaltenborn, directora ejecutiva de la escudería Sauber; la alemana Susie Wolff, piloto de pruebas del campeonato alemán de turismos; y la británica Katherine Legge, piloto de la Indy Car), De Villota era la que podía dar el salto al asfalto. De Villota chocó contra la rampa de un camión el 3 de julio durante unos entrenamientos con el equipo Marussia en el aeródromo de Duxfurd, Reino Unido. Su coche se salió de la trazada e impactó gravemente contra el camión por razones aún desconocidas y que están siendo investigadas.
Tras una operación de cara y cráneo de casi 11 horas se confirmaron los malos presagios: perdió el ojo derecho y su estado, una semana después del accidente, sigue siendo grave aunque estable. El motor es un deporte reservado a los hombres: sólo dos mujeres, las italianas Maria Teresa de Filippis y Lella Lombardi, llegaron a pilotar un Fórmula 1. De Villota podría haber sido la tercera, pero ahora, tras el accidente, se abre una cuestión: ¿cómo afectará a la futura inclusión de más mujeres en el mundo del motor?
La española lucía sin complejos su melena rubia por los circuitos y perseguía un sueño. "Quiero correr, quiero estar delante, quiero revolucionar todo esto", dijo De Villota antes del comienzo de la temporada 2012 de la Fórmula 1. "Se le ha podido acabar una parte del sueño pero lo que sí está claro es que aunque te falte un ojo, la vida no se termina ahí", aseguró Gracia pensando ya más en la persona que en la piloto.
Hija de Emilio de Villota, el primer español en competir en la Fórmula 1, la piloto "tenía experiencia y muchas posibilidades de haberse sentado en un Gran Premio", aseguró Gracia. Aunque no disputó ningún Gran Premio, De Villota era una mujer conocida y querida dentro del mundo del motor, como demuestra la enorme repercusión internacional de su tragedia. "Se ha ganado el reconocimiento a pulso. Es una persona muy carismática y todo el mundo la quiere. Ha sido una reacción absolutamente positiva", agregó el máximo mandatario del motor en España.
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