Pasarela

Una ciudad donde arte, historia y fiesta pasean de la mano

  • En la ciudad natal del director de cine Federico Fellini, los visitantes pueden relajarse y realizar actividades culturales por el día y divertirse por la noche

Dos ciudades en una. Los 15 kilómetros de playa y más de 700 balnearios dedicados al descanso y relajación del cuerpo contrastan con el tranquilo y acogedor centro histórico de Rímini. Esta zona es la que más merece la pena disfrutar. La ciudad donde nació Federico Fellini nunca salió en ninguna de sus películas, pero le guardaba un gran cariño debido a su encanto. Rímini le rinde homenaje en uno de sus barrios, San Guiliano. Era una zona de pescadores que tras la II Guerra Mundial quedó prácticamente destruida. Ahora ha sido restaurada y en los muros de las casas están pintadas escenas de las películas del director. Los colores, los elementos decorativos y el ambiente del barrio le confieren una personalidad única y es una de las principales atracciones de la ciudad.

Rímini es la ciudad símbolo de la Ribera de Emilia Romaña y del turismo veraniego en Italia. La fiesta es la principal atracción de los jóvenes, que acuden a Rímini para bailar hasta el amanecer. Bares, clubes nocturnos y discotecas, como Long Street Bar o Altromondo, pueblan toda la zona del paseo marítimo y en las afueras de la ciudad.

Arte e historia también tienden la mano a los visitantes. La antigua Ariminum fue fundada en el 268 a.C por los romanos. Se intuye que fue una ciudad importante debido a los monumentos que se conservan. Es el caso del Arco de Augusto, construido en honor al emperador el Ponte Tiberio, una obra fuerte, austera e imponente. Durante el dominio de los bizantinos aprovecharon para enriquecer la ciudad con edificios como la basílica dedicada a San Agustín. La cultura renacentista también ocupa un hueco en Rímini. El castillo y el templo de Malatesta son dos ejemplos de ello. Dentro de sus muros se pueden observar obras de los maestros renacentistas como Giotto,Vasari y Piero della Francesca.

La gastronomía está muy ligada a la tierra y al carácter rural de la zona. No se escapa la característica de ser una ciudad costera, por lo que también se combinan elementos del mar como el marisco y el pescado. Uno de los restaurantes donde mejor lo sirven es el Le Milton Beach. Además, el plato típico de está zona de Italia es un pan fino de antigua tradición, hecho a base de harina agua, manteca y sal, conocido como piadina, que se puede rellenar al gusto. Se puede degustar en los jardines del Gran Hotel Rímini, un edificio elegante y antiguo que recuerda a las novelas de los años 50.

La bici es el principal medio de transporte. Las calles son tranquilas, a excepción de la habitual temeridad con la que los italianos suelen conducir. La opción es perfecta para unos días de descanso activo en la ciudad donde arte, fiesta e historia pasean de la mano.

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