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Campanas de boda en el Reino Unido

La presencia de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton en la boda de sus amigos el pasado fin de semana en Londres volvió a suscitar los rumores de compromiso que rodean a la pareja desde hace meses. Mientras muchos insisten en que el anuncio del "enlace real" se producirá este mismo año, sus amigos más íntimos insisten en que Guillermo y Kate no se dirán el "sí quiero" hasta los treinta. Ellos sin embargo, siguen mantiéndose firmes en su silencio.

No pasa lo mismo con Zara Phillips, nieta mayor de la Reina de Inglaterra que asegura que es un hecho inminente su boda con la estrella del rugby, Mike Tridall. El problema de la pareja es la elección del momento dado que ambos tienen agendas muy apretadas. Según Mike, él pasa mucho tiempo de gira y Zara, mujer que ocupa el duodécimo lugar en el orden sucesorio de la Corona británica, tiene muchas competiciones hípicas.

Más tormentosa es la vida amorosa de Enrique, hermano de Guillermo y tercero en la línea sucesoria. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra junto a su ex novia Chelsy Davy ha protagonizado noticias tormentosas de una relación poco estable a lo largo de todo el año.

Aunque el desequilibrio sentimental no se apodere de la relación de su hermano Guillermo con Keate, la pareja no está exenta de ser noticia y es que últimamente ambos se han visto envueltos en una serie de acontecimientos un tanto desagradables.

El segundo en la sucesión al trono de Inglaterra se ha visto obligado en los últimos días a romper relación con el tio de su novia, Gary Goldsmith, después de que este fuera filmado mientras entregaba cocaína a unos reporteros que se hacían pasar por hombres de negocios. Gary además reveló a los reporteros clandestinos datos íntimos sobre la pareja. Estos acontecimientos han formado un gran revuelo en la Casa Real y han dado lugar a que Guillermo se vea obligado a tomar la drástica medida de romper los vínculos con el familiar de su novia.

También se han visto envueltos en la polémica que propició el robo de un bolso dónde se encontraba un USB con fotos personales de la pareja en el Caribe. Afortunadamente sólo ha sido un susto y han localizado a los hombres que se apropiaron del dispositivo.

Sólo cabe esperar que la próxima noticia sea que cuando la reina Isabel II celebre sus sexagésimo aniversario en el trono, Kate ( que ya tendrá 30 años) esté por fin en el balcón de palacio como toda una princesa.

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