Milicianos talibán atacaron durante la noche del pasado viernes con siete cohetes la base que el Ejército español tiene en la provincia afgana de Herat, en el oeste del país, según informó en un comunicado el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), que descartó la existencia de daños personales.

El suceso activó de inmediato el protocolo de seguridad marcado ante este tipo de incidentes. La nueva agresión contra el contingente militar español coincide con las últimas declaraciones de la ministra de Defensa, Carme Chacón, que la víspera reconoció que las tropas se encuentran en estado de "alerta máxima" ante las posibles dificultades que surjan por la inminente celebración de las elecciones provinciales y presidenciales, fijadas para el próximo 20 de agosto.

"Ésta es la misión más dura y arriesgada que están teniendo las Fuerzas Armadas españolas y nuestros aliados", admitió Chacón, en declaraciones a la prensa desde la base madrileña de Torrejón de Ardoz, durante una visita al Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias.

El Gobierno condenó ayer los últimos atentados ocurridos en Afganistán y reiteró su "más firme respaldo" al actual proceso de democratización, así como su apoyo a la reconstrucción y estabilización en el país afgano.

En un comunicado, el Ministerio de Exteriores trasladó la "más firme condena" del Ejecutivo por los atentados terroristas ocurridos en Herat y en Kabul. El Gobierno manifestó su solidaridad con las víctimas y sus familiares, así como con el pueblo y el Gobierno afganos, y reiteró su más firme respaldo al actual proceso de democratización afgano.