¿Una instagramer nace o se hace? Pues parece que en este caso, si no es nacido, le ha faltado muy poco. Coco Hamamatsu es una niña japonesa que, con sólo seis años, ha conseguido la friolera de 105.000 seguidores en su cuenta de Instagram (@coco_pinkprincess). Fue ella la que pidió a su madre que le ayudara a crear un perfil en esta conocida red social, en la que quería mostrar a sus compañeros de clase lo mucho que le gustaba la moda.

Es capaz de llevarse horas jugando a ser modelo en la tienda de ropa vintage que su familia tiene en el distrito de Harajuku de Tokio, una zona a la que se mudaron después del terremoto de Fukushima.

Su madre, Misato, asegura que la niña empezó a interesarse por la moda cuando sólo tenía tres años y que desde pequeña no le gusta vestir como al resto de los niños de su edad, una afirmación que es fácilmente constrastable al ver el perfil de la pequeña, donde posa con estilos diferentes, desde el punk hasta el 'norm care'. Dice que sólo utiliza Instagram a modo de hobbie al terminar el colegio. Y así lo explica la propia Coco en un video de Vice, donde cuenta que le encanta hacerse fotos y que antes de subir una a su perfil de Instagram se hace muchísimas.

Coco no cree en princesas Disney. Las suyas, viven desde hace tiempo en Instagram y a ellas quiere parecerse. Por eso, cuando posa con cualquier instagramer de su país, su cara se le ilumina. "Soy feliz cuando consigo followers", ha reconocido, mientras su madre añade que desde que abrió esta cuenta su mayor ilusión era ver una K en el número de seguidores, lo que indica que éstos se cuentan por miles.

De momento ya viste prendas de Chanel, Moschino o Fendi. A saber hasta dónde será capaz de llegar esta japonesa en unos años si su cifra de seguidores sigue, como hasta ahora, en racha ascendente.