El 11 de octubre de 1975 el mediático e impulsivo Manuel Benítez El Cordobés entraba en hombros en la ermita de Nuestra Señora de Belén de su Palma del Río natal mientras su bella novia, la francesa Martina Freysse, a la que él llamaba "pantera", le esperaba en el altar acompañada de Angelita, hermana del diestro, y Sebastián Almagro, piloto y amigo personal de la pareja, que ejercieron de padrinos. Desde ese día ha pasado 41 años y han sido muchos los avatares que el diestro y su compañera más fiel, padres de cinco hijos y unos adelantados a su tiempo, pues desafiaron a la España franquista viviendo juntos y teniendo familia sin pasar antes por la vicaría, han tenido que superar. Pero no han podido con el último, y el papel couché no entra en su asombro tras la exclusiva publicada hoy en ¡Hola!, adelantada ayer en su edición digital, que confirma que el matrimonio ha decidido poner fin a su vida en común tras no ser capaz de superar una fuerte crisis que atravesaban desde hace unos meses, cuando empezaron los problemas para Manuel Benítez, de evidente mal humor en los últimos tiempos. Freysse, que siempre ha llevado una vida discreta y ha huido de los focos, acabó con la fama de hombre seductor y enamoradizo del diestro que sin ser especialmente guapo iba dejando a su paso una historia de secuelas amorosas, hijos no reconocidos, affaires y un romance en cada plaza. Cuando se dieron el sí quiero ya tenían dos hijos, pero más tarde vieron nacer a tres más. Maribel, Manuel María, Rafael, Martina y Julio -éste es el único que ha seguido los pasos de su padre en el mundo del toro- parecen ser ahora su única unión.