Pasarela

Nace el efecto Meghan

  • La prometida del príncipe Enrique se estrena como princesa en un acto público y todas copian ya sus 'looks'

Meghan Markle es la protagonista indiscutible de esta semana. La ya prometida del príncipe Enrique de Inglaterra se estrenó ayer como princesa acudiendo junto al nieto de Isabel II a una visita a la ciudad de Nottingham, en la región de East Midlands, a 200 kilómetros de Londres.

La futura esposa de Harry escogió para su primer acto oficial un sobrio abrigo de corte navy azul noche de la firma Mackage que ocultaba una falda color camel y un jersey de cuello alto negro, un estilismo que completó con unos botines de ante de tacón. Por su parte, el bolso de mano modelo midi-tote que portaba la actriz no tardó en agotarse en la página web. Pertenece a la firma Strathberry. Y no es la única prenda que ha catapultado al éxito: el abrigo blanco roto con grandes solapas y lazada de la marca canadiense Line que llevó en el anuncio de su compromiso el lunes, se agotó a las pocas horas y ya ha sido bautizado como abrigo Meghan por la firma tras el boom mediático. En un tiempo récord, la protagonista de Suits se ha coronado como icono de la moda en todo el mundo. La futura royal agota cada prenda que luce y el Efecto Meghan es ya una realidad, incluso podría destronar al Efecto Kate (de su cuñada, la duquesa de Cambridge).

La joven no sólo pone de moda la ropa; también su anillo de pedida, diseñado por el propio príncipe Enrique, es objeto de todo tipo de comentarios. La sortija en talla redonda con una banda de oro y diamantes, lleva uno procedente de Botsuana, y los dos de los extremos pertenecieron a Lady Di. Hay que recordar que el anillo de la princesa Catalina también fue de Diana, por lo que se ve que tanto Guillermo como Enrique reservan las joyas de su madres para las mujeres de su vida.

Pero el Efecto Meghan no se queda ahí. Todas quieren copiar su ropa y también ¡su nariz! En los últimos días se está observando en las clínicas de cirugía estética de Reino Unido un incremento de las solicitudes por parte de mujeres que quieren que sus narices se parezcan a la de Markle: ancha, imperfecta, pero de moda.

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