Pasarela

Potencia para La Reserva

  • Las instalaciones de Sotogrande se han reformado y su restaurante cuenta con una renovada carta gastronómica

El chef Jaime Pérez y la jefa Cristina Gutierrez, en plena compra de mercado en Marbella.

El chef Jaime Pérez y la jefa Cristina Gutierrez, en plena compra de mercado en Marbella. / julio González

Una experiencia integral, no sólo jugar al golf. Unas horas de deporte unidas a una mesa y una sobremesa que culminen de manera grata el esfuerzo. Un restaurante para deportistas también tiene su vertiente gourmet y puede convertirse en referencia de la Costa del Sol, hacia un comensal exigente y curioso. El campo La Reserva, en el enclave de Sotogrande, cuenta en estos momentos con uno de los locales más innovadores de la provincia de Cádiz, L'Olive, de la mano del chef Jaime Pérez, jefe también del restaurante del hotel Mandarín Oriental de Barcelona. Credenciales de veteranía que congenia los productos del entorno con fusiones exóticas y técnicas renovadas. L'Olive sirve menús orientados a los deportistas, "comida saludable, divertida" para extender la pasión del deporte hasta el mantel, junto a propuestas sorprendentes y sutiles, en especial en su carta nocturna. Una propuesta gastronómica que atiende unas instalaciones que están abiertas desde primera hora hasta la medianoche, con personalidad propia según el momento del día. En el campo de golf de La Reserva, dirigido por Nuno Gonçalves, trabajan 80 profesionales repartidos entre todo el complejo deportivo, la atención al cliente y la restauración.

Jaime Pérez junto a su jefa de cocina, Cristina Gutiérrez Vergua, han protagonizado una jornada de divulgación que ha partido desde primera hora con la visita al meollo del secreto de sus recetas: el mercado de abastos de Marbella, con un atún de temporada, traído de la costa barbateña, que encabezaba el menú especial creado este jueves. Un tataki con curry verde que es la avanzadilla de L'Olive junto a la paletilla de cordero al estilo de Marrakech.

Cristina Gutiérrez es de La Línea, y forma parte del equipo de La Reserva desde hace ocho años, en continua formación hacia la nueva línea que presenta el restaurante. Próxima a su tierra, la calidad de verduras, carne y pescados de la provincia de Cádiz, es la guía que marca la carta del renovado restaurante, sin renunciar a todos matices nuevos que llegan. "Una carta gastronómica abierta los clientes de todo el mundo que llegan a La Reserva" para presentar "de manera atractiva y actual lo más inspirado de la zona". Entre las recomendaciones del equipo, el carpaccio de langostinos tigre con crema de nécora a baja temperatura o; los postres, punto mimado por Cristina, como el royal de fruta de la pasión con granizado de menta y helado, o el panna cotta con cardamomo.

La Reserva es golf, sosiego y también alta gastronomía.

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