El sabor andaluz impregnó el desfile de la firma Pronovias con el que ayer se puso punto y final a la Barcelona Bridal Week. El decorado del pase de Pronovias era una réplica de la fachada del valioso Palacio Ciudad de Londres de la sevillana calle Cuna, sede adquirida recientemente por la firma catalana. Pronovias abrirá este monumento como tienda este verano y con él quiso festejar su 50 aniversario en el pabellón italiano barcelonés.

La puesta en escena de la pasarela, a la que han llamado La Fábrica de los Sueños, sorprendió al numeroso publico con sensuales modelos en seda, satén y pedrería de colores. Transparencias, encajes, bordados con medias colas y volantes de inspiración andaluza impregnaron el ambiente. El modelo mas aplaudido fue el lucido por la top Karolina Kurkova, la estrella del desfile. De hecho, una Karolina Kourkova espléndida fue la encargada de arrancar el desfile con un vestido de novia de línea sirena de tul bordado con microgranito y pedrería, como encaje de chantilly, y con un escote transparente de tul, también bordado que parecía plumeti, que dejaba los hombros al aire.

Sobre la pasarela también se han visto vestidos joya donde la pedrería es la protagonista absoluta, así como los vestidos cortos y los clásicos vestidos camiseros, una creación del que fue director creativo de la casa durante 23 años, Manuel Mota, que siguen siendo tendencia absoluta. Esta nueva colección, además, experimenta con nuevas técnicas para conseguir volúmenes sin peso,.

Entre los invitados en el front-row se encontraban Camilla Alves, esposa del actor estadounidense Matthew McConaughey, así como la modelo israelí Bar Refaeli, la española Vanesa Lorenzo, Ana Boyer, Natalia Verbeke, Alejandra Prat y una nutrida representación de autoridades barcelonesas. También en cuanto al público del pase destacó su variada procedencia, pues en él había clientes asiáticos, rusos y de los Emiratos árabes por ejemplo.