Está a un paso de los 40 aunque, a juzgar por su juvenil aspecto, nadie lo diría. En realidad, existen muchos acontecimientos increíbles en torno a la alemana Claudia Schiffer, nacida tal día como hoy en 1970 en la ciudad de Rheinberg (Düsselforf). Fue allí precisamente cuando, con 17 primaveras, un "cazatalentos" se le acercó durante una noche de fiesta en una discoteca y le preguntó: "¿Te gustaría ser modelo?". Ella, incrédula ante la oferta del desconocido, le manifestó sus dudas de poseer las dotes suficientes para desempeñar dicha actividad pero, finalmente, terminó haciendo una prueba. A la vista de los acontecimientos posteriores -y en lo que a sus dotes profesionales se refería- se había equivocado… y bastante.

Pocas semanas más tarde, la joven era portada de la revista Elle y, a partir de entonces, su ascenso resultó imparable. Firmas como Chanel o Guess comenzaron a convertirla en un icono para toda una generación de maniquíes entre las que también destacaban otras como Naomi Campbell o Cindy Crawford. No obstante, era "la" Schiffer la más solicitada, ostentando el récord de ser el reclamo de más de 600 portadas de diversas publicaciones -entre otras, Vanity Fair, Vogue o Cosmopolitan- y de cobrar contratos tan exclusivos como el suyo con Révlon por más de 6 millones de dólares (relación comercial cuya principal cláusula es que no puede posar desnuda), gracias a los cuales está entre las cinco mejores pagadas del mundo en su sector.

Criticada por algunos, adorada por la mayoría, su presencia no pasa indiferente y, con unas medidas de 95-62-95, 1´80 de estatura, y unos llamativos ojos azules, la rubia "de oro" ha roto previsiones en cuanto a lo que su trayectoria se refiere, participando en películas -de no demasiado éxito, también hay que reconocerlo- y en multitud de programas de televisión que la siguen allá por donde va y que han reflejado, por ejemplo, su interés en colaborar en diversas campañas de sensibilización social a beneficio de los necesitados.

Claro que, a una mujer de estas características, es lógico que los hombres la deseen, teniendo el mago David Copperfield como una de sus relaciones más conocidas. Un noviazgo que duró seis años y que, al final, terminó en ruptura para dar paso, en 2002, al matrimonio de Claudia con el productor Matthew de Vere Drummond, descendiente de un sucesor a conde de Oxford y Mortimer -localidades, por cierto, en las que ella ha sido descalificada por sus habitantes que impiden así que su marido herede el mencionado título-. Lejos de preocuparse, el matrimonio ha dado a luz dos hijos: Caspar Matthew, que nació por cesárea en Londres el 11 de enero de 2003, y Clementine, también de la capital británica aunque del 11 de noviembre de 2004.

Es parte del presente de una protagonista -amante de España y, en especial, de la balear isla de Mallorca-, que aún no ha encontrado nadie que le haga sombra. De hecho, a pesar de haber sido varias las supuestas sucesoras a ocupar su trono, todavía ninguna le ha comido el terreno a esta reina de la moda. Una excelente forma de confirmar cómo la edad no es ningún impedimento para seguir pisando fuerte sobre las pasarelas.