El affaire de Banderas

El aspirante a la Alcaldía aprovecha a AB para entrar en la melé y tildar a Ciudadanos de grupo de izquierdas

Todo el mundo pregunta qué ha pasado en Málaga con Antonio Banderas. AB es mucho más que un actor con casi cien películas en su haber: es una estrella del cine mundialmente famosa. Y tiene otra virtud, que comparte con deportistas como Nadal o Gasol, la de su humildad y disponibilidad para causas altruistas. Tenía fama de atento, cortés y nada polémico. Hasta ahora.

En compañía de un estudio local de arquitectura y un grupo de promotores artísticos, Banderas se presentó a un concurso de ideas no vinculante para diseñar y dar contenido a la manzana de uno de los costados de la Plaza de la Merced. Ahí se ubicaría el Teatro Banderas. Lo ganaron frente a más de setenta propuestas. Esa manzana es propiedad municipal desde 2010; el Ayuntamiento la compró por 21 millones. Pero para adjudicar el proyecto había que hacer un nuevo concurso y podría darse el caso de que no lo ganasen los mismos. Unas insinuaciones del alcalde sobre las pistas que habría que seguir para no equivocarse en la adjudicación alarmaron a la oposición.

El resto es habitual en casos parecidos. Las ideas no cumplían la normativa: tres plantas más de lo permitido, nuevas alusiones a una concesión sin avales, garantías o canon anual, un destino del complejo más comercial o gastronómico que cultural… Por los abusos urbanísticos de las últimas décadas, ahora hay una especial sensibilidad con la transparencia y legalidad de cada operación. Puesto el foco en este asunto, se generó una polémica. Pero lo que ha convertido el affaire en escandaloso ha sido una carta de AB en la que renunciaba quejándose de haber sido objeto de "sorna, cachondeo y mala leche", y de recibir un trato humillante, con insultos y descalificaciones. Y añadía que buscaría un lugar privado que "no huela a corralón". Lo que se podría interpretar con que llama catetos a quienes se han opuesto. Sorprendente el tono y las conclusiones.

Inmediatamente se puso en marcha una movilización para que el actor se retractara. Firmas, una manifestación y cartas. Alguna tan oportunista como la del presidente de la Diputación, Elías Bendodo (PP), aspirante a la Alcaldía. Afirma que "Málaga sufre la peor oposición municipal de su historia; la forman cuatro grupos de izquierdas -PSOE, IU, Podemos y Ciudadanos- que no ven más allá de sus intereses electorales". Bendodo aprovecha a AB para entrar en la melé y tildar a Ciudadanos de ser de izquierdas. Este es el nivel. Hay cosas más preocupantes respecto al futuro que el teatro de Banderas.

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