DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

Industria y energía

Alestis, un año en la cuerda floja

Eli García Villalón

Para Alestis 012 fue un annus horribilis. La empresa que naciera en 2009 como joya de la corona de la aeronáutica andaluza se convirtió en un nido de problemas y estuvo a un paso de firmar su defunción. Su deficiente gestión empresarial, su asfixiante situación financiera, las presiones políticas que sobredimensionaron su plantilla (la Junta metió con calzador a 300 ex trabajadores de Delphi) y la manifiesta enemistad entre su accionista mayoritario (grupo Alcor) y su principal cliente (Airbus) acabaron estallándole en la cara.

Alestis comenzó 2012 capitaneada por el grupo vasco Alcor, su socio de referencia con el 38,1% del capital y, sin embargo, lo acabó controlada por Airbus, el fabricante que le aporta el 85% de la carga de trabajo. ¿Qué pasó en tan sólo un año para que las cosas dieran este vuelco? Pues que el gigante europeo tuvo que salir en auxilio de la firma en varias ocasiones hasta que finalmente tomó la decisión de hacerse con la mayor parte del capital (56%) para reconducir la situación desde dentro. Lo hizo por temor a que los contratiempos de Alestis impactaran en su nuevo avión de pasajeros A350, modelo para el que la firma andaluza fabrica dos piezas fundamentales: la belly fairing (panza) y el cono de cola.

A principios de año, Airbus realizó un rescate parcial (apoyo técnico) del subcontratista andaluz y, a finales, uno total (financiero). Las dificultades de Alestis para poner en marcha la producción del A350 llevaron al constructor a darle soporte técnico y a  asumir la ingeniería en enero, a lo que, posteriormente, se sumaron los problemas para afrontar la ingente inversión que requería el proyecto. La poca generación de caja y la incapacidad de cerrar una financiación estructurada, tras negociar durante más de un año la concesión de un préstamo superior a 40 millones de euros, colocó al grupo andaluz en una situación de insolvencia inminente. En este escenario, Airbus accedió a poner el dinero que hacía falta, pero a cambio de unas condiciones inaplazables.

Lo primero que exigió fue la declaración del concurso de acreedores de Alestis, que se produjo en mayo de 2012, a lo que más tarde se unió la petición de la cabeza de Gaizka Grajales, propietario de Alcor y consejero delegado de Alestis. Así, tomó las riendas de la gestión Jesús García Argüelles, director de la factoría de Airbus Military en Tablada (Sevilla), impuesto por el hombre fuerte del gigante europeo en España, Domingo Ureña. El siguiente requisito fue demandar un plan de viabilidad a la compañía que contemplara una profunda reorganización industrial y laboral. Como resultado, Alestis aprobó un ERE en noviembre para 312 personas -de las 1.808 totales-, el traslado de 205 trabajadores desde Sevilla a Cádiz, el cierre de factorías obsoletas y la unión de plantas cercanas para ahorrar costes.

Pero sin una financiación fuerte (en torno a 120 millones) ninguna de estas medidas podía acometerse. Airbus se mojó de nuevo y decidió coger el timón de la compañía entrando en su capital. Para ello impuso la salida total de Alcor del accionariado, pero el empresario vasco no estaba dispuesto a quitarse de en medio tan fácilmente y pidió el dinero que invirtió en el proyecto, 62 millones, una cifra desmesurada para Airbus. Finalmente, ésta se salió con la suya al acordar (de palabra, ya que finales de diciembre aún no se había firmado) pagarle en torno a 16,5 millones por su 38,1%, así como 5,5 millones a otro de los accionistas, Caixabank, que poseía el 16,7%. En total, Airbus, que ya tenía el 1,7% a través de su matriz EADS, se hizo con el 56,5% del pastel, lo que le daba carta blanca para controlar el futuro de Alestis.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios