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Innovación y tecnología

Políticas de Innovación en Andalucía

Felipe Romera

Director General del Parque Tecnológico de Andalucía. Presidente de RETA

La innovación es fundamentalmente un proceso empresarial que necesita de una gran interacción con otros agentes. Una forma sencilla de definirla es la capacidad que tienen las empresas para crear nuevos productos y servicios. La innovación está muy relacionada con el conocimiento porque éste es la fuente de la innovación, otra forma de definirla es la conversión por parte de las empresas del conocimiento en productos y servicios. Bajo estas circunstancias parece lógico pensar que las universidades y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas como centros creadores del conocimiento son agentes muy importantes para que se produzca la innovación. Sin embargo la afirmación anterior se encuentra con algunas barreras. No existe un acuerdo unánime de que el conocimiento creado en estos centros deba ser un instrumento para la creación de nuevos productos. Voces de reputados científicos y catedráticos universitarios están en contra de la llamada “mercadización del conocimiento”. Además existen otros instrumentos que ayudan a las empresas a innovar, son las llamadas infraestructuras de I+D que lo constituyen los parques científicos tecnológicos, los centros tecnológicos y las incubadoras de empresas entre otros. La experiencia en el desarrollo de estas infraestructuras ha demostrado algunas evidencias. Las empresas que se ubican en los parques científicos y tecnológicos innovan más que las que están fuera de estos recintos. Las empresas que trabajan con los centros tecnológicos son más activas hacia la innovación que si no lo hicieran. Las empresas que se crean en las incubadoras asumen la innovación como un valor y esto se multiplica si la incubadora está dentro de un parque científico o tecnológico. Otro factor que influye en la innovación empresarial es el entorno, no hay duda que la facilidad para innovar en una empresa depende muchísimo del entorno. Las empresas que se desarrollan en entornos innovadores incrementan su innovación sobre las que no lo están. Por último los gobiernos actúan  de forma importante sobre todos los actores que hemos mencionado y por lo tanto con sus políticas marcan la senda de la innovación empresarial. La suma de todos estos agentes: empresas, universidades, infraestructuras, entorno y gobiernos se denomina sistema de innovación.

Las políticas de innovación desarrolladas por los gobiernos determinan en gran manera los sistemas de innovación sobre el que actúan.

En Andalucía existen más de 500.000 empresas de las cuales apenas un 1 por ciento son innovadoras, es decir unas 5.000. De estas, sólo unos centenares realizan de forma continua actividades de Investigación y Desarrollo (I+D). Las políticas de innovación deberían orientarse hacia el crecimiento de empresas innovadoras.

La Junta de Andalucía, en los últimos cinco años, ha desarrollado una estrategia para orientar hacia la innovación muchas de sus políticas y ha creado nuevos instrumentos para optimizar su eficacia, su originalidad ha hecho que muchas comunidades autónomas están siguiendo de cerca sus desarrollos.

A finales de 2007 el parlamento andaluz aprobó la ley andaluza de la ciencia y el conocimiento y en mayo de 2009 se aprueba un decreto que regula el registro y las relaciones entre los agentes del sistema andaluz del conocimiento.

La consejería de Innovación, Ciencia y Empresa que es la encargada de desarrollar las políticas de innovación auspicia la creación de tres instrumentos para impulsar la innovación. La red de espacios tecnológicos de Andalucía (RETA), la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) e Invercaria.

Con RETA se pretenden cubrir dos objetivos. En primer lugar orientar a todas las infraestructuras dedicadas a la innovación, parques, centros tecnológicos e incubadoras de empresas, en una misma dirección haciéndoles trabajar en red con objetivos comunes y en segundo, trabajar directamente con las empresas andaluzas para cambiar su cultura hacia la innovación. Durante los primeros años RETA ha trabajado directamente con más de 80.000 empresas andaluzas, de las cuales casi la mitad han participado en un programa de modernización utilizando las tecnologías de la información. En una nueva etapa RETA se concentrará en las empresas innovadoras y en aquellas que están próximas a la innovación, unas 13.000, que están situadas en los polígonos industriales y en los parques científicos y tecnológicos.

Con CTA se pretenden también dos objetivos. El primero, crear una red donde se encuentren las empresas andaluzas que hacen I+D y en segundo lugar facilitar la financiación de proyectos de estas empresas con los grupos universitarios de investigación, permitiendo la transferencia de conocimiento entre el sector público y el empresarial.

Por último, Invercaria se configura como una forma de financiar a las empresas de base tecnológica en sus primeras fases de crecimiento, allí donde ni el mercado ni el capital semilla privado intervienen.

Al sistema de innovación andaluz todavía le faltan muchos retos para que sea el gran revulsivo del desarrollo económico de Andalucía, en una economía más sostenible, pero ha creado un excelente modelo cuyos frutos, si se mantiene el rumbo, serán recibidos en los próximos años.

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