Javier Aracil

De la Real Academia de Ingeniería

La empresa Teams ha sido distinguida el año pasado con el Premio a la Investigación Industrial que otorga el diario económico Cinco Días. Esta empresa es una spin off originada en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Sevilla. El galardón es la segunda vez que se otorga,  y en este caso recompensa la buena labor desarrollada en el sector de la industria aeronáutica. Este premio proporciona una excelente oportunidad para reflexionar sobre la aplicación industrial de los conocimientos que se desarrollan en los centros universitarios.

En el éxito de una empresa como Teams concurren, al menos, tres factores. En primer lugar, la elección de un sector industrial que goce de una fuerte expansión, en este caso el sector aeronáutico. En segundo, el aprovechamiento de la circunstancia de que en la actualidad las grandes empresas tienden a buscar apoyos externos, especialmente en aquellas actividades que no están ligadas a unos resultados inmediatos. Durante más de diez años los ingenieros que darían lugar a Teams  habían estado incubando, bajo el liderazgo de los profesores Federico París y José Cañas, las ideas que acabarían floreciendo espectacularmente en la empresa a la que se está aludiendo.

La labor de Teams ha sido explotar un nicho industrial en el que se requiere conocimiento innovador y las empresas afectadas por él están ocupadas en labores más apremiantes y no se ocupan directamente de ello. Se trata, por tanto, de una empresa muy especializada que domina un campo en el que unos conocimientos generados en una escuela de ingenieros germinan en una floreciente aplicación industrial. TEAMS trabaja en dos campos: uno es el ensayo de materiales, que consiste en algo tan aparentemente simple como es coger un trozo de material y romperlo, lo que hasta hace poco, para los metales tradicionales, no tenía demasiados problemas conceptuales. Pero con los materiales compuestos de fibras de carbono hay cientos de ensayos, algunos muy complejos y refinados, por lo que hace falta un esmerado conocimiento específico para concebir nuevos análisis y estudiar sus resultados. El otro campo es el de los ensayos estructurales, en los que partes de un avión se someten a ensayos para reproducir anticipadamente lo que les puede suceder durante la vida útil e investigar los fallos detectados.

Airbus va a tener unas pocas empresas en toda Europa para hacer estos ensayos. Teams ya pertenece a este selecto grupo por lo que respecta a los ensayos estructurales, y va a formar parte de él a partir de enero para los de materiales. Por todo ello, pese a su relativamente corta existencia de tres años, la empresa ya necesita reestructurarse.

La tercera circunstancia que hay que traer aquí a colación es la menos ocasional y posiblemente la más importante, bajo una perspectiva de política de innovación, y está relacionada con las actividades de investigación universitaria. La actitud ante labores como la que lleva a cabo Teams ahora no sólo no está mal vista, sino que es objeto de exaltación y encomio. Pero no siempre ha sido así.

Durante los años ochenta del siglo pasado los pioneros que afrontaron este tipo de actividades fueron denostados y sufrieron la incomprensión de la propia Universidad en la que la Escuela está integrada. En esos años la Escuela creó Aicia (Asociación para la Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía; véase el libro Ingeniería Industrial en Andalucía: La labor de AICIA (1982-2007) que se puede bajar de la red en http://www.aicia.es/principal.htm, 25º  Aniversario, Libro) para gestionar las peculiares relaciones entre un centro de enseñanza técnica superior y las empresas a las que podía aportar innovación, conocimiento y experiencia. Hoy el éxito de Aicia es incuestionable (basta consultar su última Memoria y comprobar que su facturación, en 2008, ha sido de 15,8 millones de euros, al tiempo que sus actividades están dirigidas en un 83 por ciento hacia la empresa privada), pero fueron necesarios casi diez años de tensión soterrada para que la Universidad reconociese a esa entidad y firmase  con ella un convenio, no sin reticencias de algunos sectores universitarios. Pero, ¿no habría que favorecer el marco que facilite estas iniciativas innovadoras? ¿Para cuando la Universidad Politécnica? ¿Qué tendrá que cambiar para que las autoridades competentes se convenzan de su urgencia como instrumento capital de una política de innovación?

Teams mantiene una relación activa con Aicia mediante un convenio. Técnicos de la empresa están en el Grupo de Elasticidad y Resistencia de Materiales de la Escuela, por ejemplo aprendiendo una nueva técnica; y profesionales contratados con cargo a Aicia, para trabajar en la Escuela, pasan parte de su tiempo en Teams. Es notable que hayan sido capaces de llevar a cabo toda esta actividad sin menoscabo de las tareas de investigación básica. Sus publicaciones en revistas científicas así lo avalan.

Felizmente Teams no es un caso aislado. Ya en los ochenta empezó a funcionar la empresa pionera de las spin off de la Escuela: Inerco, que este año ha sido distinguida con el Premio Andaluz a la Excelencia Empresarial 2009. Asimismo, hay que mencionar otras spin off florecientes como puedan ser Greenpower (VIII Premio Andaluz a la Excelencia. Modalidad Cooperación empresarial en categoría PYME y XI Premio Andalucía de Investigación al Fomento de la Investigación Científica y Técnica) y Yflow (Premio Sello de Innovación 2009), que también han sido objeto de reconocimiento a su labor precursora en actividades industriales con alto valor añadido, competitivas y con profundas raíces en nuestra Comunidad. Otras muchas se apuntan en el horizonte (como Adevice Solutions,  formada en 2008 y ya 2º Premio del Concurso de Iniciativas Empresariales de la Universidad de Sevilla). Muestras tangibles todas ellas de la singularidad, fecundidad y repercusión de la actividad que mantiene la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Sevilla con el claro objetivo de promover la sociedad del conocimiento, que se pregona desde diversas instancias como un factor fundamental para la solución de la crisis en la que estamos sumidos.