Innovación y tecnología

La empresa andaluza apuesta por la innovación

  • El contexto económico no puede desalentar la innovación, porque no es un gasto suprimible sino una inversión necesaria para salir de la crisis.

JOAQUÍN MOYA-ANGELER CABRERA

Presidente de Corporación

Tecnológica de Andalucía

La innovación pone una pincelada de optimismo en el panorama económico que ha ido complicándose a lo largo de 2008. El arranque del Fondo Tecnológico de la UE o la creación de un Ministerio del ramo con firmes propósitos de dar un impulso definitivo a la innovación son algunos de los hitos de un ejercicio en el que, además, los datos revelan que Andalucía está pisando el acelerador del gasto en I+D gracias al esfuerzo tanto público como privado.

La empresa andaluza se ha decidido a tomar el testigo de manos de la Administración. La inversión del sector privado ha sido, por primera vez en muchos años, el motor del crecimiento del gasto andaluz en I+D en 2007, según los últimos datos difundidos por el INE.

Es imprescindible que las empresas aprovechen el impulso público para jugar un papel protagonista en el avance de la innovación y estamos en el camino adecuado, pero todavía hay que redoblar esfuerzos, puesto que el sector privado sólo supone el 37 por ciento del gasto andaluz en I+D, frente al 56 por ciento de la media nacional y muy lejos del 75 por ciento marcado como objetivo en la Agenda de Lisboa.

Para Corporación Tecnológica de Andalucía supone un especial orgullo el hecho de que las empresas andaluzas asuman este reto, ya que la mayoría de las entidades comprometidas con la innovación en la comunidad son miembros de la fundación. Sólo en 2008 hemos concedido incentivos por valor de 18,31 millones de euros a 75 nuevos proyectos de I+D+I, que movilizarán una inversión de casi 60 millones de euros y que implican la colaboración de 89 grupos de investigación.

De las 130 empresas miembros de la Corporación, hay unas 26 compañías andaluzas que antes de incorporarse apenas tenían actividad de I+D o no la tenían organizada y que han puesto en marcha departamentos de investigación y entablado una cooperación estable con grupos universitarios.

Es más, el grado de cooperación con el mundo científico ha llevado a varios de nuestros miembros a crear cátedras con diversas universidades públicas andaluzas o establecer otras vías de colaboración. Es el caso de la Cátedra de Detergencia de Persán o la de Estudios Aeronáuticos de EADS. Corporación Industrial MP, Abengoa, Cosentino o Montealto son otros ejemplos de empresas andaluzas que están estrechando su cooperación con el mundo científico de forma estable.

La economía andaluza está haciendo los deberes para evolucionar hacia un modelo de mayor valor añadido y productividad, que la haga más sólida y competitiva. Entre 2005 y 2007, el gasto andaluz en I+D se incrementó un 40 por ciento, mientras que en el conjunto de España creció un 30 por ciento en el mismo periodo. Andalucía ha logrado así converger con la media nacional y, por primera vez, la intensidad del gasto en I+D ha superado el listón del 1 por ciento del PIB.

No obstante, el camino es largo, puesto que todavía quedan muy lejos los objetivos del 2 por ciento y el 3 por ciento, marcados para 2010 por España y la UE, respectivamente. Andalucía debe marcarse metas más ambiciosas que alcanzar la media nacional. Es el momento de capitalizar el esfuerzo de los últimos años y los recursos que tanto España como Europa están poniendo a nuestra disposición.

En un momento de sequía crediticia como el actual, la innovación cuenta con un balón de oxígeno sin precedentes para financiarse. El Fondo Tecnológico de la Unión Europea ofrece 2.000 millones de euros para mejorar la productividad y competitividad de la economía española a través de la innovación en el periodo 2007-2013, de los que casi 900 millones corresponden a Andalucía.

De esta cifra, 400 millones están destinados en concreto a proyectos empresariales de I+D+I, que, sumados a los 600 millones adicionales aportados por el CDTI, suponen 1.000 millones de euros en financiación para las empresas andaluzas que quieran innovar. El reto está ahora en presentar cuanto antes proyectos de calidad.

Los primeros pasos ya se han dado en la dirección acertada. De los primeros proyectos presentados al Fondo Tecnológico en 2008, el 80 por ciento son andaluces y, de ellos, el 90 por ciento corresponden a miembros de la Corporación. Es más, de los dos primeros proyectos que se han aprobado, uno de ellos se ejecuta en Andalucía, el liderado por Endesa en consorcio con cinco empresas andaluzas (Sadiel, AT4 Wireless, Isotrol, Telvent y Greenpower), todas ellas miembros de la Corporación.

Es preciso mantener la intensidad del trabajo. El actual contexto económico no puede desalentarnos porque la innovación no es un gasto suprimible sino una inversión necesaria para salir de la crisis.

La creación en 2008 del nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación supone un paso importante en la apuesta por la innovación, al agrupar por primera vez en una cartera las competencias necesarias. Esta orientación tiene ya un precedente en Andalucía, donde contamos desde 2004 con la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.

Pero, todavía más allá de la contribución al fortalecimiento del tejido empresarial y de la economía en su conjunto a través de la competitividad, el desarrollo de la innovación permite dar respuestas a grandes retos de la sociedad actual como el envejecimiento de la población, el cambio climático o la seguridad alimentaria, entre otros muchos. Cada proyecto de I+D+I ofrece una solución concreta a una necesidad real de la sociedad. La innovación es una apuesta ganadora que no podemos dejar pasar.

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