Parece claro que la crisis política generada en España como consecuencia de las decisiones adoptadas por los independentistas catalanes y la respuesta del Estado va a estar presente durante mucho tiempo en la actualidad política y social.

Fruto de esta situación asistiremos continuamente a noticias más o menos impactantes que pueden condicionar que perdamos la perspectiva en relación a la profundidad del problema político catalán.

Ahora, la reciente decisión de enviar a prisión incondicional a una buena parte de los ex miembros del Govern de Cataluña ha entrado de lleno en el debate político previo a las elecciones del 21 de diciembre.

Es muy probable que esta decisión judicial, propia de un funcionamiento normal del Estado de Derecho, termine condicionando el resultado de unas elecciones que tienen una gran trascendencia en el futuro de la política española.

Lo que pasa es que quizás, cuando pase el tiempo necesario y podamos analizar el proceso que se vive en estos tiempos en Cataluña, podamos ver con una perspectiva más adecuada los aspectos que explican la situación actual. Y quizás podamos analizar mejor los aciertos y errores cometidos en este proceso, los cuales se remontan a varios años atrás.

Desde mi punto de vista, me atrevo a apuntar una primera conclusión de la que deberíamos sacar enseñanza como sociedad: la política ha estado ausente. Me refiero a la política con mayúsculas entendida como el instrumento de una sociedad democrática para resolver los conflictos que tienen naturaleza relevante.

Vivimos un tiempo que tiene la característica de poner en evidencia la necesidad de disponer de liderazgos fuertes y solventes para afrontar con las garantías la gobernanza de un gran país como es España. Un país complejo y diverso con una sociedad rica en valores, culturas o capacidad de emprendimiento.

Esta es para mí una de las primeras lecciones de este momento político. Hay otras muchas pero quizás sea necesario algo más de perspectiva. Pero si no sacamos lecciones para hacer las cosas mejor, perderemos opciones y capacidades para nuestro progreso como país.