Pensiones privadas

Nadie que abriera un plan de pensiones privado en España ha podido ver cumplido el pronóstico de crecimiento

El Gobierno ha aprobado esta semana una iniciativa legal para dar un impulso a los sistemas privados de pensiones y a muchos se nos han puesto los pelos de punta. Si a la convicción generalizada de que el actual sistema de pensiones públicas corre serio peligro de sostenibilidad ante la inacción de Rajoy se suma esta apuesta por las pensiones privadas, es para echarse a temblar.

Tras más de 20 años de medidas en favor de los sistemas privados de pensiones, está más que acreditado que han sido un auténtico fraude porque nunca cumplieron los pronósticos de crecimiento ilimitado de la inversión con los que la banca de acercó a los clientes para convencerles de la conveniencia de generar un plan privado de pensiones. Nadie que abriera un plan de pensiones privado en España ha podido ver cumplido el pronóstico de crecimiento de su inversión. Nadie, es literalmente nadie.

Los datos son esclarecedores: la aportación media de los españoles no llega a 14.000 euros acumulados. La gente no es tonta. Pero los más de 100.000 millones que los españoles en su conjunto tienen acumulados en manos mayoritariamente de la banca sirven para otras inversiones decididas por sus directivos que, ni son transparentes, ni su eventual rentabilidad recae en beneficio de los ciudadanos promotores de esos planes privados.

Aunque el señor Rajoy quiera maquillar una medida que solo favorece a las inversiones de la banca con el señuelo de que van a permitir el rescate de los planes a los 10 años (medida por cierto anunciada hace ya tiempo), no debemos dejarnos engañar. Aquí hay una carrera electoral y disputa liberal entre los dos grupos políticos de la derecha.

La obligación del Gobierno es generar las medidas necesarias que garanticen la sostenibilidad y la solvencia del sistema público de pensiones. Es lo establecido en el artículo 50 la Constitución que tanto dice defender con motivo del conflicto con los independentistas catalanes.

Literalmente la Constitución establece que "los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad". Pero el balance de Rajoy en materia de pensiones es haber esquilmado la hucha de las pensiones públicas, eliminado la actualización de las mismas en base al crecimiento del IPC y ahora, apoyar a la banca para que crezca el ahorro en pensiones privadas.

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