No tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha cortado" que se usaba en mi lejana infancia para corregir el rotacismo de los niños, que por padecer dislalia selectiva del fonema "erre" tenían problemas para pronunciarla, se tendrá que buscar otro dicho, porque el Congreso de los Diputados aprobó ayer el convenio de protección animal de 1987, que entre otras medidas prohíbe cortar los rabos a los perros por razones estéticas. El PP había propuesto una enmienda que contempla, como excepción, la de autorizar el corte para los perros utilizados en la caza, ya que pueden enredarse en las zarzas, dificultar su acceso a las madrigueras o actuar como látigo. Pablo Iglesias, de Podemos, se ocupó personalmente de rebatir la enmienda del PP, desplazando al diputado de su grupo que la había presentado, lo que le ha supuesto su primera victoria parlamentaria. Sacó a colación su perro y conocedor de que Rajoy también tiene un perro, admitió en el presidente del Gobierno, sentimientos humanos, porque dijo que lo quiere (a su perro) como cualquiera. Un triunfo, por tanto, aunque la prohibición de cortar los rabos de los perros ya estaba en vigor en 7 comunidades, entre ellas Andalucía.

El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María muestra una loable preocupación por los animales. Esta preocupación es normativa, a juzgar por la abundante legislación que tiene dictada relativa a derecho de los animales, convenios con sociedades protectoras de animales, ordenanzas sobre tenencia de animales, que desarrolla la Ley estatal de protección de animales; sobre tenencia y control de animales de compañía, así como la fiscal que detalla los importes a satisfacer por los contribuyentes por los servicios municipales. Hay también un Servicio de protección animal que tiene su sede en la calle Francisco Cossi Ochoa 11.

Resulta que me he visto precisado a alojar a una perra que ha parido 14 perritos, pero que solo tiene 10 tetas. El veterinario que la asistió anunció que ella no podría alimentar a todos los cachorros. Esa legislación a la que me he referido nos llevó a localizar el servicio de protección animal, en búsqueda de información y, sobre todo, de ayuda para resolver el problema. En el servicio nos atendieron amablemente, pero calificaron nuestra pretensión de que se hicieran cargo de los cachorros, como de "un crimen", porque al separarlos de su madre "se morirían todos". Tuvimos que aclarar que ya el veterinario que la atendió en el parto, había indicado que la perra no podría alimentar a todos y se trataba de salvarlos, sin exclusiones. En vista de nuestro argumento, rebajó la acusación, pero indicó que no podían hacerse cargo de los perros, por la falta de voluntarios, que necesitaban para darles biberones, cada tres horas. Es muy comprensible el pretexto, pero nos hemos quedado sin saber qué es lo que hacen los empleados del servicio, además de atender al vecindario e informarles de que nada pueden hacer. Por cierto, si alguien le interesan cachorros puede concertar una cita en el teléfono 696524379, donde se le atendería.

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