Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Susana Díaz, 2018

Incluso con el apoyo del PNV no hay modo de aprobar un Presupuesto sin el PSOE: vamos a unas elecciones en 2018

Sigan el rastro de la estiba y comprenderán por qué nos dirigimos, con escasos remedios, hacia una convocatoria electoral para principios del año 2018. El atildado ministro de Fomento se puso al frente de una peligrosa batalla sin más peones que los del PP, de ahí que se haya visto obligado a retirar el decreto que el Gobierno iba a aprobar hoy. Sencillamente, los populares carecen del apoyo parlamentario para validarlo. Ni el PNV ni nadie de Convergencia iba a respaldarlos, de ahí que a la primera que fueron a ver los estibadores fue Susana Díaz: sin el PSOE, no hay decreto posible y la presidenta manda en su partido al día de hoy.

Mariano Rajoy no va a cometer la locura de convocar elecciones en mayo o en junio, pero cuando se acerque 2018 y compruebe que es imposible aprobar los Presupuestos para ese año, irá preparando el decreto de disolución de las Cortes para febrero o marzo. En el congreso de este fin de semana, el presidente avisó al partido para que tuviera los motores engrasados; quiere que se renueven los líderes regionales ahí donde sea conveniente antes del verano. La única manera de aprobar los Presupuestos, los de 2017 o los de 2018, es con el apoyo de los diputados del PNV, y aunque Cristóbal Montero ha comenzado a negociar, su principal petición es política: el acercamiento de los presos de ETA. Además de la mejora de algunas infraestructuras, el Gobierno parece dispuesto a mejorar la cuantía del cupo vasco, que de por sí ya es bastante generoso. Todo dependerá de hasta dónde le llega al PNV el miedo a Podemos y a Bildu: en otras circunstancias, los nacionalistas tomarían el dinero y correrían, pero la izquierda abertzale les pisa el talón electoral.

Incluso con el apoyo del PNV, de Ciudadanos y de Coalición Canaria, el Gobierno no podría evitar el veto al proyecto de Presupuestos, ya que serían 175 síes por 175 noes, pero ese balance no es suficiente para aprobar, posteriormente, una ley que quizás contenga tantas enmiendas de la oposición que resulte inaplicable. Si no se rompe el empate, las cuentas no saldrán y Rajoy estará cargado de argumentos para convocar otros comicios. Al PSOE, que tiene la llave, no lo moverán: en el mes de junio contarán con un nuevo líder, o lideresa, dispuesto para presentarse a unas elecciones generales por primera vez. No aceptarán un nuevo acuerdo con el PP. Si fuese Susana Díaz, a finales de 2017 dejaría la Junta y sería la candidata a las generales en 2018.

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